En el marco del Foro del Café, realizado en Casa Cemefi, se presentaron los avances de la iniciativa Kajve Café Sustentable, que es posible gracias a la colaboración entre BASF, Unesco y la ONG Solidaridad, que en los últimos cinco años ha transformado la cafeticultura en Chiapas. Este modelo integral ha beneficiado a más de dos mil 300 cafeticultores al combinar tecnología, capacitación y buenas prácticas agrícolas sustentables y regenerativas, impulsando tanto la calidad del grano como la calidad de vida de las comunidades.
Sector cafetalero: clave
El sector cafetero en nuestro país es clave, tanto para la producción nacional como internacional. México es el onceavo productor de este aromático a nivel mundial, pues tan solo el año pasado se exportaron más de dos mil 400 millones de kilogramos. Chiapas representa el principal estado productor de este grano en el país, lo cual también conlleva a grandes retos, como es la necesidad de mejorar la productividad.
Aunado a esto, es importante resaltar que día con día, los cafeticultores se enfrentan a varios desafíos de la misma naturaleza, como es el caso del cambio climático y la degradación del suelo. Por eso, es importante contar con iniciativas que son claves para la mejora del café, como es el caso de Kajve, que ha logrado incrementar la producción hasta en un 35 % más quintales por hectárea.
Importancia
Juan López Santis, especialista de la Unesco, destacó la importancia de proteger el patrimonio cultural y material de las comunidades para garantizar la sustentabilidad a largo plazo de la producción. “Los cafeticultores juegan un papel crucial como guardianes de prácticas ancestrales que preservan su identidad cultural y contribuyen a la regeneración ambiental. Iniciativas como Kajve refuerzan estos saberes tradicionales, permitiendo que las comunidades continúen protegiendo su patrimonio mientras mejoran sus condiciones de vida de manera sostenible”, comentó.
Abraham Fernández Morales, productor de café en Chiapas y participante de la iniciativa, compartió su experiencia, “gracias al acompañamiento técnico y las buenas prácticas agrícolas que hemos aprendido, mi parcela ha mejorado su rendimiento y la calidad de vida de mi familia ha aumentado. Este programa nos ha proporcionado las herramientas necesarias para construir un futuro más próspero y sostenible”.