El cultivo, cosecha y producción de café enfrenta cada vez más retos, como el cambio climático, que cada ciclo se resiente más sus efectos.
Edgar Ángel Ventura, productor de Montecristo de Guerrero, indicó que en la última cosecha los granos no maduraron de manera uniforme, debido a que hubo más horas luz y poca agua.
En algunas regiones, con alturas de 800 a mil metros sobre el nivel del mar iniciaron la cosecha de café desde diciembre, en menores alturas, de mil 200-mil 300 metros, todavía están comenzando; anteriormente la cosecha se iniciaba en las mismas fechas en todas las regiones.
A días de que finalice el mes de enero, algunos productores todavía no han empezado a cortar por esas modificaciones que sufrieron las plantas y los frutos del café por los cambios de clima, lo que afecta en los tiempos para poder vender.
Plantíos
Hay que tomar en cuenta que hay plantaciones relativamente nuevas, que no se les ha dado el mantenimiento por falta de conocimiento agronómico, debido a que requieren de medidas específicas y los productores prácticamente experimentan.
El resultado del panorama adverso es que los precios no favorecen a los productores, un día puede estar en 185 dólares la bolsa y otro en 179, la cotización en la Bolsa de Valores depende de varios factores.
"Lo que pedimos es que se establezca un precio de garantía, aunque baje en la Bolsa de Valores, que de forma interna hay un tope para que no se afecte a las más de 300 mil familias que dependen de este grano, de lo contrario en el futuro se dejará de producir".
Inseguridad
Otro factor que ha incidido es la inseguridad, lo que impacta directamente en la mano de obra, porque los cafetaleros siempre han empleado a personas originarias de Guatemala, que cada año venían para el corte de los granos, pero lo han dejado de hacer.
Las personas que solían venir a trabajar temen ser víctimas de algún delito, además que quienes lo hacen cobran más caro por día de trabajo y algunos productores no pueden pagar toda la gente que necesitan.
También personas locales trabajan en los cafetales, pero son menos. Hoy día, ambos, tanto los de Guatemala como los mexicanos están migrando a Estados Unidos y Canadá.