Una de las iniciativas que plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador busca prohibir la extracción de hidrocarburos mediante el fracking y la minería a cielo abierto, lo que en términos socioambientales sería positivo, aunque en lo económico hay algunas reservas.
Marcelino García Benítez, catedrático Conahcyt asignado al Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático, indicó que ambas actividades se originan de la necesidad de suministros (como minerales, metales o hidrocarburos) a la cadena de valor, que son todos los productos que se requieren para las diferentes actividades.
Recursos
Los recursos naturales se ubican en diferentes regiones geográficas, lo que es una de las principales razones por las que existe la necesidad de extraerlos.
Sin embargo, hay que considerar el factor social y ambiental, respecto al impacto que generan ambas actividades al medio ambiente y a las sociedades cercanas.
En el caso de la minería a cielo abierto, lo que genera es una gran alteración a los ecosistemas, puesto que toda la vida por encima de los suelos es modificada y destruida, en la capa intermedia su estado físico-químico es removido y la corteza interior de la tierra es alterada.
Uno de los aspectos que más preocupa es la gran extensión que se requiere para poder llevar a cabo la minería a cielo abierto.
Sobre la fracturación hidráulica o fracking, mencionó que es una técnica que requiere de tres elementos: de una gran cantidad de agua para poder extraer gas y algunos petrolíferos, así como de arena e inyección de diversos químicos para poder fragmentar la corteza geológica.
Es una técnica muy abrasiva, que en lo socioambiental enmarca una serie de problemáticas que se han venido estudiando, pero que todavía se requieren estudios más puntuales de las repercusiones respecto a la inyección de los químicos.
Hoy en día, de las casi 250 minas que operan en el país, 97 son metálicas a cielo abierto y 152 más son subterráneas; sin embargo, hasta marzo de 2022, se tenían registradas 15 mil 551 concesiones mineras con vigencia posterior al año 2050. Desde el inicio del actual gobierno no se ha otorgado ninguna concesión.