Usar cera de abeja entre los cabellos, una limpia con huevos o convencer al sospechoso que realice una maniobra con el infante, son algunos de los métodos para curar el padecimiento del mal de ojo, describe el maestro en antropología social, Ángel de Jesús Velasco Urbina, quien investigó las prácticas tradicionales y formas de curar este mal en tres generaciones de terapeutas y familias en el municipio de Simojovel de Allende, Chiapas.
Los terapeutas refieren que el mal de ojo es abordado en la medicina tradicional, por tanto, no lo reconocen ni lo denomina como una enfermedad, sino como un padecimiento que tiene su origen en el desequilibrio corporal de las energías en el menor, es decir, “calor o energía que se conduce de un cuerpo a otro”.
Causas
Detrás de este padecimiento, hay “códigos” o posibles causas, generadas por el calor de la vista o miradas de calor; puede ser motivada por energías malas o limpias.
“Se habla de energías, malas y energías limpias; estas últimas se refieren a que el menor fue chuleado o el mal fue generado por persona de ojos grandes con color o con ojos de tonalidad verdosa. Pero que no tiene la intención de generar un daño al menor”, explicó el antropólogo.
“Cuando hablan de las energías malas, refiere a una característica de personalidad, de personas que son bravas o enojonas, o que tiene la total intención de generar un daño o quienes pudieron generar el mal, o que fue la mirada de una persona ebria”, abundó en el tema.
Curanderos
La fiebre o febrícula es el síntoma principal del mal de ojo; a diferencia de un médico, que realizará el registro de datos y búsqueda de causas, infecciones virales o bacteriales; los terapeutas tradicionales inician un cuestionamiento para saber con quién se relacionó el menor y las características que tenía esta persona.
Las limpias con huevo, ruda y alcohol son los tres elementos principales para atacar el padecimiento y regularmente se recurre a esto desde casa; si no se detienen las dolencias, las personas suelen recurrir a los curanderos.
Estos van a usar como primer método “pulsar” al niño para ver si es una energía limpia o mala; luego harán el interrogatorio social, y en relación a estos, decidirán qué aplicar al menor.
Tratamientos
Si se trató de un mal de ojo generado por una energía limpia, los curanderos de Simojovel, hacen o recomiendan una limpia con huevos y luego con ruda, hierbabuena y aguardiente.
El padecimiento por energías malas, es por dos causas: la del “ojo de bolo” que se trata con una limpia de huevo y hierbabuena y después con ojo de venado, por cierto, el investigador aclara que en esta región -a diferencia del resto del país- el ojo de venado no se usa como amuleto para prevenir, sino como una herramienta para tratar.
Cuando la causa es la intención de dañar; recomiendan dar un baño con hojas de shauk.
Implicaciones sociales
Esta información fue recopilada por Velasco Urbina como parte de una investigación para el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas).
Los descubrimientos desde este ámbito, es que hay un conocimiento intacto del padecimiento en las tres líneas familiares, sin embargo, “las segundas y terceras generaciones enfrentan dinámicas menos rígidas, dentro de la estructura social de las familias”.
Destacó el papel de “las mujeres como receptoras de conocimientos orales”, quienes mantienen y reproducen esta enseñanza a otras generaciones.
Recalcó el diálogo entre el “terapeuta tradicional y el occidental, es casi nulo”, por lo que recomendó un “proceso de diálogo intercultural” con la intención de generar respeto y seguridad cultural.