De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, entre los meses de enero y agosto, casi un millón de personas en situación migratoria irregular ingresaron a México.
Aumento de mas del 100 %
Esa cantidad representa un aumento de 131 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, siendo por la frontera sur por donde cruza la mayoría de ellos, sobre todo Chiapas y Tabasco.
Por ese motivo, las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se ven rebasados en su capacidad de atención y propician las caravanas de extranjeros que se organizan para irse al norte del país, aseguró la organización Médicos sin Fronteras.
“Existe una población migrante enorme y muy vulnerable, a la que resulta muy complejo llegar y brindar atención”, señaló en un comunicado.
La violencia, el enemigo
Los jóvenes, niños, niñas, mujeres y hombres de todas las edades que deciden su paso por México se encuentran expuestos a la violencia, incluidos secuestros, extorsiones y ataques sexuales.
La organización alerta que los efectos de la delincuencia y dificultades que afrontan durante el proceso migratorio causan un gran impacto en la salud mental de las personas migrantes.
Daño físico y mental
“Somos testigos cada día del sufrimiento y de la invisibilización de la población migrante y del impacto en su salud física y mental”, insistió. Apuntó que desde Médicos sin Fronteras seguirán insistiendo en la necesidad de abordar las consecuencias de la violencia, proporcionar vías seguras de migración y reforzar los servicios básicos disponibles para las personas en movimiento, incluida la atención en salud y espacios donde puedan descansar dignamente.