Reconoce Iglesia católica a las madres

En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, a nombre de la Iglesia católica hizo un reconocimiento a las madres de México, también señaló que se vive en un contexto ineludible que convoca a participar en la vida pública del país. Además, hizo referencia al mensaje de los obispos de Chiapas, en relación a las próximas elecciones en las que piden sean de paz y esperanza, ante la profunda preocupación por la realidad que se vive en la entidad.

Festejo

Sobre el tema de la celebración del Día de las Madres, el obispo de Tapachula señaló que “este mes de mayo viviremos en medio de una contienda electoral de gran trascendencia para todos, pero el mensaje a las madres es para reconocerles lo admirables que son por su entrega y fortaleza; son el genio femenino que proveen a sus hogares, permiten a cada niño, adolescente y joven hacer experiencia de la generosidad, de la lógica del don y de la gratuidad”.

Expuso que en estos tiempos complejos, es fundamental su especial aliento, ternura y cariño para la niñez, así como para la sociedad en su conjunto.

Elecciones

Respecto al mensaje relacionado a las elecciones, dijo que se divide en tres partes. En la primera señala que le preocupa la realidad que se vive en Chiapas, por ejemplo, la ola de violencia presente en las diócesis que desestabiliza a la sociedad y que en muchas ocasiones es generada por el crimen organizado.

Por otra parte, la presencia de la corrupción en todos los niveles de gobierno, que tanto daño genera en el bienestar de las comunidades y las familias.

A esta lamentablemente situación se suma la migración, el pago de piso, la inseguridad, la pobreza generalizada, el rezago educativo y de salud, así como la falta de apoyo laboral y de conciencia en la equidad de oportunidades entre el hombre y la mujer. Todo lo anterior, como la destrucción del tejido social.

Afirma que los obispos se sienten responsables “de hacer conciencia de la trascendencia de nuestra participación como cristianos católicos en la vida política del país, de la que todos somos conscientes, de una visión del ser humano fuertemente individualista y reduccionista, que provoca una serie de atropellos al derecho a la vida digna y en abundancia que Jesús nos ha prometido”.