El padre Gilberto Hernández García, director de Cáritas de Tuxtla y asesor de la pastoral social y vocero de la arquidiócesis de la capital chiapaneca, comentó que la reconstrucción del tejido social en Chiapas podría tomar más de una década.
El sacerdote señaló lo anterior luego de que la semana pasada se dedicó la jornada de oración nacional para pedir por la paz en Chiapas y recordó que en los estados del norte y centro del país ya llevan más de 20 años con una violencia que se ha recrudecido.
“Miremos las experiencias, por ejemplo, de Colombia y miremos las experiencias en el mismo país, llevamos casi 20 años desde cuando se decidió la guerra contra los grupos del narcotráfico, en estos estados, en donde se empezaron a hacer estas acciones pues se recrudeció el ambiente hostil y llevamos más de 20 años y no lo hemos podido solucionar”, expuso.
Hernández García indicó que de acuerdo al panorama en los municipios considerados focos rojos y en los que ya se empiezan a registrar agresiones, se advierte que en Chiapas apenas se vive la cresta de la ola de violencia en el estado.
Destacó que la iglesia católica se ha dado la tarea de fortalecer las relaciones humanas desde las capillas, en las comunidades pequeñas y aunque es un trabajo que va para largo, es necesario que se empiecen a redoblar los esfuerzos en él.
En ese sentido, el padre Gilberto recalcó lo complicado de restablecer la paz y reponer el orden en las comunidades que por el desplazamiento forzado por la violencia se han vuelto aún más vulnerables en Chiapas.
Asimismo, indicó para finalizar que en muchas de esas comunidades ya se cuenta con la presencia de las autoridades de la Guardia Nacional y del ejército, sin embargo, enfatizó que esto no es garantía para muchos pobladores quienes tienen una desconfianza generalizada.