El río más contaminado de México se encuentra en Chiapas y es el Grijalva, de acuerdo a un informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del año 2017, expuso el Arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla, Fabio Martínez Castilla, en su mensaje dominical.
En este sentido, expresó que la humanidad a nivel mundial se está condenando al no cambiar su modo de actuar, producir y consumir sin buscar la preservación del medio ambiente.
“El llamado es para todos pero también para los gobiernos y líderes políticos que deben de asumir el grave riesgo por el cada vez más vertiginoso cambio climático, poniendo especial énfasis en el agua”, manifestó.
Precisó que a nivel nacional, de acuerdo al Programa de Tratamientos de Agua de la Conagua, el 70 por ciento de los cuerpos de agua, ríos, lagos lagunas en México se encuentran contaminados y se desconoce la condición de los más de 653 mantos acuíferos.
En Chiapas, son 42 afluentes principales que pasan por todo el territorio, los cuales en su mayoría se están secando, o se encuentran con un severo grado de contaminación.
“La problemática va creciendo año con año por el manejo inadecuado de residuos urbanos, incorrecto manejo de agroquímicos y la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales”, refirió.
Señaló que, de acuerdo, a estudios del año 2018, el río más contaminado de México en lo que refiere a plásticos, es el Grijalva, que recibe más de 20 mil toneladas anuales de basura que llegan a dar al Golfo de México.
En Tuxtla, el panorama con el Sabinal no es diferente, ya que recibe gran cantidad de descarga de aguas residuales de la zona conurbada y a pesar de que existen plantas de tratamientos de aguas, no son suficientes para solucionar el problema.
El prelado exhortó a los niños, hombres, mujeres adultos, amas de casa y educadores, a establecer un compromiso mediante un modelo para el cuidado del agua.
Otra de las opciones es fomentar la cultura del reciclaje, para preservar los cuerpos de agua, pues la mayoría de los contaminantes son plásticos, seguido por agroquímicos.
“El compromiso debe ser del pueblo y de las autoridades, la basura es del pueblo, hay que cuidar su manejo, las autoridades deben de procurar las plantas, el adecuado manejo de los agentes químicos, componer los drenajes. Es una cultura, no se trata de cuidar el agua, se trata de cuidar la que hay”, concluyó.