En 2003, el EZLN anunció el nacimiento de los caracoles zapatistas en las comunidades autónomas de Chiapas, cada uno coordinado por una Junta de Buen Gobierno; “se ha fortalecido la autonomía y se ha garantizado a todos los miembros de las comunidades el acceso a la salud, a la educación y la justicia”.
El pasado 9 de agosto, los caracoles cumplieron 20 años, por lo que la Escuelita y Enlace Zapatista destacaron los avances y cambios en sus condiciones de vida, debido a la autonomía que han construido en los casi 30 años del levantamiento armado de 1994.
En cuanto a la educación, en territorio zapatista existen escuelas preescolares, primarias y secundarias a las que todos tienen acceso sin cuotas ni selección, en donde imparten una educación crítica.
Se enseñan diversas materias, como agroecología para aprender del medio ambiente y cómo vivir en él sin dañarlo, puesto que “se están preparando otros niveles de escolaridad punto y aparte abajo”.
Los zapatistas, durante sus actividades y pronunciamientos, han destacado que la lucha prioriza el papel de la mujer. Por ello, en los caracoles crearon la Ley Revolucionaria de las Mujeres, pues ellas participan ampliamente como promotoras de la salud, educación, tienen colectivos de trabajo y también de artistas.
“Los cargos públicos y gubernamentales son ocupados equitativamente por hombres y mujeres. En territorio zapatista ninguna mujer ha sido asesinada o desaparecida en los años de la vida en la autonomía”, señalaron.
Erradicar la desnutrición
Para el tema de la salud, en estas dos décadas crearon clínicas que cuentan con consulta general de ginecología, optometría, dentista, ultrasonido, análisis clínicos, vacunación y parteras; también elaboran medicinas de herbolaria, tienen servicio de urgencias, hueseras y cirugías mayores cada dos o tres meses.
Este sistema de salud logró erradicar la muerte de niños por desnutrición, gracias a la prevención y a una dieta sana y balanceada compuesta por productos agroecológicos cultivados en las mismas comunidades zapatistas.