Tuxtla, con dos cinturones de calor

En Tuxtla Gutiérrez, en las últimas décadas, ha incrementado la presencia de las “islas de calor”, un fenómeno urbano originado por diversos factores que provocan el aumento de las temperaturas en puntos donde no hay árboles y calles pavimentadas.

Itzel Castro Mendoza, del Área de Manejo Integral de Cuencas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), explicó que mientras la ciudad se va urbanizando y hay menos presencia de arbolado, la isla de calor se va ampliando.

“La isla de calor se da en toda la ciudad prácticamente, pero hay puntos más calientes. En una investigación que realizamos recientemente, se identificó una relación entre el cambio de uso de suelo con el aumento de temperaturas”.

Asimismo, dijo que identificaron que existen dos cinturones grandes de calor, uno en el centro de la ciudad por su gran densidad, urbanización, falta de vegetación y calles con concreto, además del calor que generan los automóviles y los aires acondicionados.

El otro es en la periferia, debido a que se han extendido las zonas donde se quita el arbolado y queda el suelo descubierto, con una fina capa de suelo oscuro o pedregoso, que tiende a acumular mayor energía solar durante el día por su condiciones microbianas.

Esto ha hecho que la periferia presente altas temperaturas en los últimos años, además de que se han urbanizado cada vez más las zonas. “Esos cambios de uso de suelo han hecho que se vuelvan zonas de altísimas temperaturas, con hasta 52 grados”.

En la investigación que realizó sobre los beneficios económicos que representa la presencia del arbolado, identificaron zonas de hasta 52, 53, y la más alta de 56 grados Celsius a nivel de superficie en suelo descubierto.

Destacó que estas condiciones generan vulnerabilidad para las personas que están empezando a adquirir lotes en la periferia, porque las personas que venden estos terrenos barren con todo el arbolado dentro del desarrollo.

Apuntó que incluso verificó las temperaturas registradas en su investigación, debido a que eran muy altas, pero se confirmó que estaban correctas, lo que significa que la isla de calor va aumentando cada vez más las temperaturas y la percepción de calor.