Actualmente, el 14 % de la producción de alimentos termina en la basura por pérdidas y desperdicios. Al menos el 50 % corresponde a frutas y hortalizas, lo que hace urgente implementar acciones para combatir esta situación, ya sea para devolver los nutrientes a los suelos o para ayudar a una población en condición de hambre.
Fao
Así lo indicó Israel Ríos, oficial de nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe; quien explicó que, hay dos conceptos diferentes que se deben combatir, las pérdidas y los desperdicios.
“Aquellas se dan en la cadena productiva, desde la cosecha, las frutas y vegetales que no tienen la forma adecuada o calidad o imagen necesaria para llegar al supermercado y que terminan en la basura”, dijo.
Los desperdicios tienen una connotación más apegada a los consumidores de las líneas de comercialización. Cuando en una casa compran una fruta, no la comen y la terminan tirando a la basura.
Bancos
Las acciones de pérdidas y desperdicios de comida incluyen, por ejemplo, el desarrollo de bancos o microbancos de alimentos que permitan el rescate de estos, y que además tengan la cualidad de ser saludable, porque a la vez se enfrenta otro desafío, como la malnutrición.
Hoy día, 29 % de la población adulta enfrenta obesidad, un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónico no transmisibles, condiciones que causan grandes pérdidas en términos de alta mortalidad y morbilidad en las personas.
Si se evalúan las cifras en niños, está cerca del nueve por ciento de infantes menores de cinco años con exceso de peso; y entre un 20 y 40 % de los niños escolares y adolescentes con sobrepeso u obesidad.
El oficial indicó que, hay factores que afectan la producción de alimentos, hambre e inseguridad alimentaria, como los efectos del cambio climático, “hoy día muchos países tienen planes de resiliencia para hacerle frente”.