Vapeadores: cada “jalón” también mata
Cada “jalón” contiene algo más que nicotina. Daniel Díaz/CP

El consumo de los cigarros electrónicos o vapes se ha popularizado en los últimos años en nuestro país y la entidad chiapaneca no escapa a esta realidad.

De acuerdo con datos del Informe Sobre el Uso de Cigarros Electrónicos en Adolescentes y Adultos Mexicanos realizado por el Instituto de Salud Pública en el 2022, el consumo de estos dispositivos inicia en la población adolescente de entre 10 y 19 años y el número de consumidores aumenta después de los 20 años de edad.

Estos datos señalan que el 2.6 % de la población adolescente y 1.5 % de la población adulta mencionó usar cigarros electrónicos, esto significa que cerca de medio millón de adolescentes y 1.3 millones de adultos son consumidores activos en el país, aunque las cifras podrían quedarse cortas.

La razón del uso del cigarro electrónico a temprana edad tiene que ver con la mala promoción que se le da al producto. Estos se ofertan para una población adulta, sin embargo, estudios internacionales han encontrado que, características como el sabor, los hacen muy atractivos para adolescentes.

Aunque se dice que hay una disminución en el consumo del tabaco en este grupo de edad, la balanza se inclina al aumento de los vaporizadores, y esto ha traído como consecuencia el aumento de patologías físicas y mentales.

Comercio en redes sociales

En México, la importación, distribución y comercialización de los cigarros electrónicos está prohibida desde el 2022, además de que se aprobó una ley que regula el uso de los cigarros electrónicos y del tabaco en ciertos lugares.

Ante la prohibición de su venta, quienes ofrecen estos productos migraron a las redes sociales como Facebook o Instagram, para acercar los artefactos a una población joven.

Desde hace dos años, Manuel se dedica a la venta de vapes por redes sociales y, según explica para Cuarto Poder, en la actualidad hay una gran variedad de estos dispositivos en tamaños, sabores, precios y modelos: desechables y reutilizables.

De cuántos “jalones”

Los vapes desechables son los más vendidos, sus características son: compactos, tienen cierta cantidad de “hits” o “puff” aunque él prefiere llamarle “jalones” a la cantidad total de sorbos. Entre mayor sea el número de hits mayor será la duración; una vez que esta cantidad se alcanza queda inservible.

“Lo máximo que he visto es uno de ocho mil puff y ese me aguantó casi mes y medio, hay otros de 500, 800 y hasta 30 mil”, aseguró.

Por otro lado, también existen los cigarros electrónicos reutilizables que permiten regular la cantidad de vapor, a través de una mini pantalla el usuario puede ver la cantidad de batería que conserva el dispositivo. Este tipo de cigarros requieren de un líquido al que también se le conoce como cartucho y su duración depende del uso continuo.

Ambos dispositivos poseen al menos cinco por ciento de nicotina, aunque en los reutilizabables se les puede aumentar hasta en un 30 por ciento.

Precios variables

El precio de estos dispositivos varían, los reutilizables pueden ir desde los 400 pesos hasta los 3 mil 500 pesos y cada cierto tiempo se le deberá cambiar la esencia y la resistencia.

Por otro lado, la popularidad de los cigarros electrónicos desechables se debe a la accesibilidad de su precio. Los más sencillos se cotizan hasta en 150 pesos, 200, 450, 600, 800 y hasta mil pesos.

“Me han llegado vapes en forma de teléfono, plumones, video juegos portátiles y hasta de muñecos, nadie se imagina que son cigarros electrónicos”, declaró el comerciante.

Los sabores que se pueden encontrar también son variados: son frutales o frescos, como fresa, menta, sandía, uva, mango, piña colada, fresa-kiwi, entre otros.

El producto que Manuel comercializa en sus redes los pide por internet, asegura que provienen del centro del país y desde que se prohibió la venta de los cigarros electrónicos dejó de ver las marcas chinas, pero quedan las estadounidenses.

Daños a la salud

En el 2021 la Comisión Federal para la Protección emitió una alerta sanitaria sobre los daños y riesgos graves a la salud que puede ocasionar el consumo del tabaco y el vapeo.

El informe detalló que estos productos contienen niveles importantes de metales como: cadmio, níquel, plomo, entre otros; también se mencionó que los cartuchos de los vaporizadores contienen el cinco por ciento de sal de nicotina, equivalente a tres paquetes de cigarros.

Para el 2022 se declaró como alerta sanitaria máxima el consumo del vapeo y se informó del hallazgo de una nueva sustancia encontrada en dispositivos denominada “acetato de vitamina E” al que catalogaron como una sustancia tóxica que puede ocasionar enfermedades respiratorias agudas graves.

Sí genera cáncer

James Gómez Montes, médico epidemiólogo, aseguró que inhalar este humo tóxico genera una mayor producción de mucosa en los pulmones lo que con los años puede desarrollar una bronquitis aguda que se puede volver crónica, como también un enfisema pulmonar o cáncer de pulmón.

El epidemiólogo aseguró que no existe evidencia científica que compruebe que el uso de los vaporizadores sean una alternativa para dejar de fumar, pues aunque tenga un grado bajo de nicotina de igual forma es altamente adictivo y puede causar en adolescentes daños en el crecimiento cerebral.

Opinó que en Chiapas es baja la cantidad consumidores de vapes con problemas respiratorios, sin embargó, no descartó que en unos años el número aumente debido a la popularidad que ahora tiene.