Por la madrugada llegaron los miles de peregrinos a la última estación ubicada en el Jobo, donde descansaron para recorrer los últimos 10 kilómetros; su fe es determinante, más de cinco mil hombres y mujeres, entre ellos niñas y niños, llevaban dos días de camino desde la Estación Peregrina en Villaflores.
En las primeras horas del día 12, algunos jóvenes se niegan a dormir y pasan una última noche en vela, realizando cantos y porras.
Salida
Los peregrinos salieron a las dos de la madrugada de Suchiapa y llegaron a las cinco al Jobo y Copoya. Los cuetes comienzan desde las siete. Antes de las 10 se da paso al último tramo del recorrido.
Sobre la marcha, en la carretera Villaflores, se despliega el vestuario de la mexicanidad y ahora chiapanequidad, prendas con las cuales los mexicanos y chiapanecos nos podremos seguir reconociendo en el cielo, tan pluricultural: palacetes, rebozos, trenzas, moños de colores, niños de Juan Diego y trajes zoques.
“Desde el cielo una hermosa mañana”, los cuetes retumban una y otra vez por la escarpada bajada de Copoya, secundan y dan ritmo a letra de la “Guadalupana” uno de los más famosos himnos marianos, compuesta en 1941 por el músico mexicano Pedro G. Sosa.
Tradición generacional
“Ya no pueden”, gritan desde el vociferador y un fuerte coro replica, “sí podemos”.
Julio Montero, puede desde que tiene 10 años, cuando realizó su primera peregrinación. Recuerda que fue en 2010, gracias a las motivaciones de su hermano.
“Es algo bonito que no sé cómo explicarlo. Comencé a los 10 años gracias a mi hermano que ahorita tiene cuatro que vive en Culiacán, él empezó y aquí seguimos en 2024, esperamos que sea por muchos años más, hasta que la Madre Santísima me permita decir ¿sabes qué? Ya. Es una experiencia que les invito a que se unan”, refiere.
Seguridad
Julio pertenece al grupo San Juan Diego de la Colonia Juárez; a diferencia de otros años, la magna peregrinación solo fue de dos días y no tres, por cuestiones de seguridad salió cerca de la Colonia Jesús M. Garza.
La seguridad avivo la fe y esperanza. Se ve a bebes en carreolas, una fila completa de niños y en medio y hasta atrás, los grupos numerosos de mujeres que van tocando tambores y haciendo resonar los caracoles prehispánicos.
Lisandro Díaz resalta que son más de cinco mil peregrinos hombres y casi dos mil quinientas mujeres que partieron el día 10 de diciembre a las 2 de la mañana para llegar a Tuxtla el 12 de diciembre, detalla que el camino tiene distintas paradas, algunas para descansar o comer y otras más importantes donde se realizan misas, rameadas o se prenden veladoras.
“Yo peregrino desde chiquito, la primera vez fue a los 11 años, desde 1980 y aquí venimos con la Madre Santísima”, agrega.
Rompe record
La virgen de Guadalupe se le apareció a un campesino llamado Juan Diego mientras cruzaba el cerro Tepeyac en la ahora Ciudad de México, en 1531. Diez años después de la conquista española de los aztecas. La popularización y fe hacia “la morenita”, ha generado que sea una de las imágenes católicas más visitadas y con las movilizaciones de fieles más grandes a nivel mundial.
Al llegar a la avenida Central los ánimos se desbordan, retumban los tambores, todos danzan y se ven caras cargadas de alegría, desaparece el cansancio que implica caminar casi 100 kilómetros
A menos 12 millones de personas se contabilizaron en la Basílica de Guadalupe este año. En Chiapas, dice el secretario de Protección Civil de Tuxtla Gutiérrez, Eder Mancilla, los visitantes superaron los 91 mil fieles del 2024. Las 895 peregrinaciones que acudieron a esta iglesia superó las 90 mil personas.