Los panteones son un reflejo de la evolución de las sociedades humanas, sus creencias y sus valores. En la actualidad, el Día de Muertos simboliza un puente entre la vida y la muerte, donde la memoria y el amor trascienden el tiempo.
Tuxtla Gutiérrez
En la capital chiapaneca destacan dos panteones, el Municipal y el Jardín San Marcos, a pesar de que hay otros más pequeños, así como los particulares. En el panteón del centro las puertas comienzan abrirse a las seis de la mañana. De los seis accesos que tiene, la más concurrida es la Cuarta Sur.
Algunos tuxtlecos se adelantan al 1 y 2 de noviembre y prefieren encontrarse con sus familiares días antes del mayor bullicio. Avanzan con los retoques o los arreglos que cada espacio necesita.
En la entrada principal, albañiles, pintores y herreros empiezan a formarse para ofrecer sus servicios que van desde los 300 hasta los tres mil pesos.
El trabajo de herrería y pintura es quizás el más solicitado, comenta Roque Méndez de La Cruz, quien a sus 40 años de edad, desde los siete años, junto a su padre, empezó a desempeñar el oficio de pintor en el panteón del centro.
“Desde los trabajos que le hacíamos al dueño de Revista Velázquez, hasta los encargos de la familia Escudero Farrera, hoy mi padre ya no tiene un piececito, así que ahora me toca a mí cumplir los trabajos de sus clientes, aunque en la mayoría, yo me dedico a trabajar para las escuelas, pero cuando vengo al panteón a veces trabajo hasta por una jornada de siete de la mañana a cuatro de la tarde”, relató.
Un poco más adelante, en una capilla pequeñita, que no excede el metro de longitud de pared a pared, se encuentra don Benjamín Vázquez Álvarez, quien ha decidido adelantar las labores de limpieza un día antes que se llene el panteón.
“El mero día ya no voy a venir, ya vengo días después, hoy le puedo decir que en general encuentro el panteón aseado, antes, en la administración pasada ahí estaban los botes de basura amontonados, hoy parece que tienen un poco más de organización, sin embargo, yo vengo cada que puedo, a cuidar mi lote, por que luego ya los quieren robar, y un terreno de estos no está tan barato, por ejemplo este ya lo encuentra usted hasta en 45 mil pesos”, cuenta el entrevistado.
Todo está caro
En otra capilla, más al centro del panteón, se encuentra doña Candelaria Sánchez con su hija, acomodando las flores, que en esta ocasión, dice, le han costado un 30 % más caras a las afueras del panteón.
“Venimos antes, por qué el mero día hay mucha gente, no se puede ni pasar, por eso venimos con tiempo, el mero día ya no pensamos venir, aunque en el año asistimos varias veces a pesar de la inseguridad.
Aquí tengo enterrada a mi mamá, a mi papá, a mi hermana, por eso venimos, ya la tradición la realizamos en casa, con los tamalitos y los dulces”, agrega con algo de nostalgia.
Doña María Rosa apunta que en esta ocasión el panteón luce muy sucio y descuidado. “Está lleno de monte y basura, hemos visto capillas muy abandonadas, nosotros tratamos de venir para conservar nuestro espacio, más adelante nos tocará a nosotros que nos entierren aquí, y nos gustaría que se acordarán de nosotros, que traten de mantener en buen estado la capilla”.
Vale la pena el gasto
Abundó que, de acuerdo a su percepción, como es costumbre, año tras año los precios incrementan.
“El litro de pintura ya está en 200 pesos, y nosotros para pintar este espacio pequeñito, mínimo necesitamos cuatro litros; hay vamos, poco a poco por qué todo está caro, una rosa está a 25 pesos, cuando antes estaba a 10 pesos, y un arreglo pasó de 50 a 80 pesos”, lamenta.
“Pero aquí estamos, dándole una manita de gato, por los recuerdos, aquí están —enterrados— mi padre, mi esposo, mi hermano, la mamá de mi hermanita, mis abuelos, y a ellos no se les olvida, los tenemos en el corazón”, indica.
Para don José Francisco Chacón Jiménez el panteón “está bastante limpio, hay contenedores de basura”, no obstante, llama la atención la poca afluencia hasta el momento de los visitantes.
En la oficina del panteón, dedicada a la atención de los deudos, hay un aviso que indica que desde el lunes 28 de octubre los trámites administrativos quedan suspendidos por Todo Santo.
El aroma a juncia, a veladoras, a flores y a ciertos alimentos tradicionales de la temporada comienzan a sentirse. Pronto, en unas horas, este lugar será un ir y venir de gente.