Al reabrirse la frontera de Guatemala, en la nueva normalidad causada por la pandemia del Covid-19, se incrementó la presencia de migrantes y la mayoría de ellos llegan en busca de apoyo, volviendo más compleja la situación que se padece, afirmó el obispo de la Diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón.
Ante ello pidió a los tres niveles de gobierno –federal, estatal y municipal- que “procuren no bajar la guardia y por el bienestar de estos hermanos migrantes por nuestro territorio”.
“El Albergue Diocesano ‘Belén’ está realizando la pastoral de contención para brindarles lo que se requiera en el momento de la necesidad”, mencionó.
Sostuvo que son familias completas las que están ingresando por la frontera sur y muchas de ellas llegan “con cuadros complicados de salud”.
Mostró su preocupación por las mujeres embarazadas, los niños y las personas de la tercera edad.
Dijo que la Diócesis de Tapachula permanece sumada a la invitación que ha hecho el papa Francisco, de “acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados en nuestra sociedad”.
Por otra parte, en su mensaje semanal, monseñor Calderón Calderón hizo un llamado a toda la sociedad a mantener el cuidado de la higiene y las medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus.
Y es que reconoció que se han ido relajando las normas de sanidad y con ello existen altos riesgos de que se registren nuevos casos, por lo que “todos estamos obligados a evitar que el número de contagios vuelva a aumentar”.