Sin defraudar a los aficionados que se dieron cita en el Deportivo Roma para disfrutar de la segunda velada luchística, Capitán Furia y Asgard brindaron una pelea extrema en su totalidad, pues se dieron hasta con la cubeta ya que su cabellera y carrera profesional estuvieron en juego.
Desde que sonó la campana, maestro y discípulo no se guardaron nada. Luego que demostraron sus habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo sobre la lona, y en donde Asgard ganó por mínima diferencia a su mentor, el también conocido como Gringo Loco, dio muestras de su largo y retorcido colmillo, ya que empleó herramientas poco usuales en una contienda.
Lámparas LED, sillas metálicas e incluso, un cartón con botellas vacías de cervezas contempló el amo de las tortillas para lastimar a su rival. Luego de ganar la primera caída, Asgard se vio mermado físicamente por todo lo anteriormente mencionado, no era para menos, por lo que perdió en la segunda caída.
En el inició de la tercera intentó recuperarse, pero el daño era demasiado; sin embargo, el aliento de los poco más de quinientos espectadores que se dieron cita para el evento especial de la noche, hicieron que el luchador chiapaneco tomara un segundo aire para hacer frente al Capitán Furia.
Pagándole con la misma moneda, Asgard lastimó al rudo con sillas, varas de madera; así como azotarlo al muro que rodea la parte baja del Deportivo Roma en donde se encuentra el ring, y el cual tiene partes metálicas.
Después de verse igualados en castigo, los gladiadores se trasladaron al centro del cuadrilátero. Ahí, continuaron con la contienda, volviendo a mostrar todas sus armas luchísticas.
Los vuelos también se hicieron presentes, pese a que con un mal movimiento cualquiera de los luchadores pudo haber quedado fuera de contienda, buscaron agradar a la afición que se dio cita para apoyarlos.
Hasta ese momento, las cosas parecían no inclinarse a un lado especial. De pronto, un claro golpe prohibido por parte de Capitán Furia sobre Asgard, impidió que el Chilango, réferi encargado de la pelea, pudiera darse cuenta de tal situación, pues con anterioridad había recibido un golpe sin intensión, dejándolo unos segundos desorientado.
Capitán Furia aprovechó la situación y puso de espaldas a su rival, quien ya no pudo quitarse el castigo, por lo que perdió la pelea, la cabellera y tal como habían pactado, vio por terminada su carrera como luchador profesional.
Al final, mientras caía la cabellera de Asgard y quien pese a todas las vicisitudes, aceptó su derrota, elogió al Capitán Furia para luego despedirse de la afición que lo cobijó por ocho años de trayectoria.