Conclusiones de la semana 11 de la NFLOficialmente ya no hay invictos, hay un nuevo favorito al MVP y Pittsburgh es un candidato serio.
¿La misma historia?
Se celebra que los Jefes perdieron el invicto, su racha de 16 victorias seguidas y su racha de partidos sin recibir 30 puntos (que databa del Super Bowl ante Filadelfia), más cuando no lucían como un equipo imponente sino como uno con suerte.
Pero hay que recordar que, para ellos, perder ante Buffalo en temporada regular se ha vuelto una costumbre: son ya cuatro años seguidos que eso pasa. ¿Acaso eso ha cambiado lo que pasa en postemporada? No, ya que el récord es de 3-0 ante los Bills. Que Allen venza a Mahomes en esta época del año no ha significado que lo hará también en enero.
Habiendo dicho eso, me encantó que Buffalo, venciendo a KC al imponerse físicamente, al interceptar un par de veces al número 15 y al tener la jugada del año en ese acarreo para TD de Allen en cuarta oportunidad, reaccionara de forma tranquila y mirando hacia el futuro. “Esto solo es una victoria de la semana 11”, declaró el mariscal de los Bills, dando el mensaje correcto en un momento donde podrían haber celebrado de más.
Ir por el sembrado número 1 todavía se ve complejo, necesitando al menos una derrota más de KC mientras ellos deben mantener el invicto en un calendario brutal, pero hoy quedó demostrado que el mayor peligro para los Jefes son los Bills. ¿Y el segundo?
Sí van en serio
Hace una semana comentamos sobre el paso de los Acereros, preguntándonos si realmente eran un equipo contendiente y que ello se empezaría a definir si vencían a Baltimore.
Pues no solo ganaron su clásico por octava ocasión en nueve intentos, sino que lo hicieron con el sello de la casa: defensiva, juego físico, puros goles de campo y mucho drama, sin anotar un solo “touchdown” (mientras Burrow les anotó nueve y perdió ambos juegos). Hicieron ver a Lamar (otra vez) como un jugador del montón y, combinado con el imponente triunfo de los Bills, lo obligaron a perder el puesto de favorito al jugador más valioso y entregárselo a Josh Allen.
Ahora no apareció Russell Wilson, quien incluso tuvo uno de los peores errores del año, pero este equipo tiene el talento suficiente para vencer a cualquiera, y hoy solo Buffalo luce mejor en la AFC.
Anotemos esto en el calendario: 25 de diciembre, por Netflix, Kansas City ante Pittsburgh, un posible adelanto de la postemporada.
El pase que cambió mi destino
Hay jugadas que definen temporadas: la intercepción de Butler o la “helmet catch” literalmente definieron un Super Bowl a favor y en contra de Nueva Inglaterra, pero ahí estamos hablando del último partido del año.
¿Cuántas veces una jugara específica en un juego de la semana 7 termina por descarrilar una temporada completa? Eso es lo que le pasó a Chicago. Estando a segundos de vencer a Washington y ponerse 5-2, un ave maría de Jayden Daniels terminó por darle el triunfo a los Comandantes y poner a los Osos en una espiral negativa de la cual todavía no se recuperan.
Han perdido los tres juegos siguientes después de ese, han corrido a su coordinador ofensivo, Shane Waldron, y no han encontrado cómo hacer funcionar a esa ofensiva que, por un mes, nos hizo ver todo el potencial de Caleb Williams.
Ahora perdieron de una forma sorpresiva pero totalmente de esperarse: con un gol de campo bloqueado en la última jugada ante Green Bay, sus máximos rivales y ante quienes han perdido 10 veces seguidas. Cuando acabe la temporada, valoremos si Caleb debió o no ser el “pick” número 1, mientras Daniels o Nix ganen el premio al novato del año, y mientras busquen un nuevo entrenador en jefe tras correr a Eberflus, recordaremos esa jugada en Washington y diremos “ahí se fue al traste la temporada de Chicago”.
¿Se meten de último minuto?
No miren ahora, pero en la carrera de la AFC viene apareciendo un equipo sexy del cual todos se olvidaron, pero recuperaron a Tua y han ganado dos en fila. ¿Les alcanzará a los Delfines para meterse a “playoffs”?
¡Hasta la próxima!
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