Conclusiones de la semana 14 de la NFLEstamos oficialmente entrando al último mes de acción, y es ahora cuando se define quién está dentro y quién se cae.
El equipo que nadie quiere ver
Nunca falta quien salga a decir “aguas con este equipo en liguilla”, o el cliché de “no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”. Pero es que, en parte, es verdad en la NFL, ya que siempre hay un equipo que se enracha al final y al que nadie quiere enfrentar a la hora buena.
Ese equipo, hasta ahora, son los Carneros. Con los 49ers casi fuera de la jugada, y con la debacle reciente de los Cardenales (pasaron de cuatro victorias seguidas a tres derrotas en fila), parece que el único obstáculo en la división es Seattle, a quien tienen a tiro de piedra (un partido atrás) y a quienes enfrentarán en la última semana, en partido que pinta para ser el de domingo en la noche para cerrar la temporada regular.
Recuperar a Cooper Kupp y Puka Nacua ha sido clave, y no olvidemos el pedazo de entrenador que es Sean McVay.
El partido que le ganaron a Buffalo, quienes venían con siete victorias en fila, demuestra que pueden jugarle al tú por tú a cualquiera, y ahora tienen chance de terminar la temporada de San Francisco este jueves por la noche.
Muchos hablan del enorme partido de Josh Allen, siendo el primero en la historia en anotar tres veces por aire y por tierra, pero quien ganó el partido y hoy luce como caballo negro es Los Ángeles.
¿Tiempo de cambiar?
De quien no hemos hablado ni un tantito es de Atlanta. Tras barrer a los Bucaneros dramáticamente, los Halcones tenían control de su división tras 10 semanas, volando rumbo a su primer título divisional desde 2016 (cuando llegaron al Super Bowl). Un mes después, Atlanta ha perdido cuatro en fila y hoy ya fue superado por Tampa Bay y están fuera de “playoffs”.
Lo peor del asunto es Kirk Cousins, de 36 años y saliendo de una ruptura de tendón de Aquiles, a quien le dieron un contrato de 180 millones por cuatro años, y quien en esta racha no solo tiene ocho intercepciones (incluyendo cuatro ante los Cargadores) sino que no ha anotado un solo touchdown.
Ahora es más relevante recordar cuando en abril pasado decidieron tomar, en vez de algún defensivo, a un mariscal en la octava posición global. Nadie entendió porqué decidieron pagarle tanto por cuatro años a Cousins si iban a tomar a otro pasador, pero hoy es necesario preguntarse si no es mejor poner a Michael Penix Jr., quien llevó a la Universidad de Washington al subcampeonato nacional, quien tal vez les dé una mejor chance de ganar.
La buena para los Halcones es que su calendario es accesible desde ahora, comenzando con su visita a Las Vegas, y que empatando con los Bucs serán campeones divisionales. ¿Pero lo harán con un Cousins en decadencia, o es hora de comenzar la era Penix?
¿Y ahora?
Sé que prometí no hablar de los Jets, pero es que ahora es oficial: no estarán en postemporada por 14ª ocasión consecutiva. Es el único equipo en las cuatro grandes ligas de EUA que no lo ha hecho (NFL, NBA, MLB y NHL).
Es ridículo hoy recordar que Rodgers llamó a su trofeo Lombardi “muy solitario” cuando llegó a la gran manzana, y ni siquiera pudo pelear por un comodín. No fue un mal partido en Miami, obligando a los Delfines a un gol de campo de último segundo y a los tiempos extras, pero es que hoy Nueva York tiene marca de 3-10, misma que equipos en reconstrucción como las Panteras, Titanes o sus acérrimos rivales Patriotas.
Una victoria en sus últimos nueve partidos, y hoy tienen peor récord con A-Rod que con los “terribles” Darnold o Zach Wilson. Su defensiva, que era su fortaleza, hoy es mediocre, y su ofensiva simplemente no carbura. Entonces, ¿ahora qué? ¿Será el fin de Aaron Rodgers o le darán otro año? ¿Algún otro equipo lo querrá? ¿Será forzado a retirarse de la forma más triste? ¿El nuevo coach podrá decidir qué hacer con él? Esas son las preguntas que se están haciendo desde hoy, porque esta temporada está oficialmente perdida.
¡Hasta la próxima!
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