El estar en un encierro obligado y alejado de un escenario, debido al confinamiento por la pandemia, fue algo que no le cayó muy bien al estandopero Alex Fernández, ya que su salud mental se vio afectada y el año pasado fue diagnosticado con depresión y ansiedad; pero en lugar de dejarse llevar por esta condición, decidió sacarle el lado positivo y reírse de ello, con un espectáculo al cual llamó Sin toronja.

“El show fue una manera catártica de procesar lo que me pasó, porque creo que al principio cuando estaba yo en depresión, en un estado un poquito más abajo, no se me ocurría nada, al contrario, mi mente me decía ‘tú no eres bueno para nada’; pero como a través de la comedia es como me comunico, porque en la platicada soy medio torpe, ésta me ayudó a procesarlo, a darme cuenta de que me puedo reír de las cosas que me están pasando”, comenta.

Alex no cree que pueda tener el síndrome del payaso triste, que muchas veces afecta al comediante, es decir, que arriba del escenario muestra su felicidad, pero abajo su vida refleja su enojo e inconformidad con la vida; como ha sucedido con figuras como Jim Carrey o Robin Williams, porque ha sabido separar muy bien lo que hace en su profesión y su vida privada, que aseguró, es muy común y le ha dado equilibrio.

Pero sí se ha dado cuenta que hablar del tema ayuda mucho al que está viviendo algo así, porque la enfermedad le hace sentir que lo que está pasando solo a él le sucede, por eso espera que quien asista en estos días a ver la proyección de su espectáculo en el cine, se dé cuenta que no está solo.

“Ojalá que venga y se le quite el tabú, creo que hay que hablar de la depresión, pero no desde un punto de vista motivacional, ni lindo, ni pretencioso, sino como una cosa que nos da y ni modo, así que naveguémosla juntos”, añade.

Un efecto que logró no solo el año pasado, cuando grabó Sin toronja en el Auditorio Nacional, también en la premier que tuvo en Cinépolis el martes pasado, para anunciar su proyección en las diversos complejos de esta cadena y donde estará disponible hasta el domingo 24 de noviembre; en dicho evento se pudo ver a los asistentes riéndose de las ocurrencias de Fernández, sobre cómo repercutió su condición en su relación de pareja, cómo decidió tomar terapia, los síntomas que tuvo, e incluso su pasión recién adquirida por el anime.

“Considero que cuando nos burlamos o no reímos de algo, demostramos que no les tenemos miedo, por eso creo en México tenemos muchos chistes sobre la muerte, porque es una manera de quitarle velos a las cosas; porque la depresión si tú la dejas te va comiendo y es más poderosa que tú, entonces creo que burlarte en una manera de decir, yo estoy en control porque tengo la manera de señalarlo y sé que no soy yo, es algo que tengo ahorita y no dejó que me invada”, señaló.