“No cometí delito alguno. Cero relaciones sin consenso. Yo no huí de la justicia, sino de la injusticia. ¡Exijo justicia!”, afirmó el exdiplomático Andrés Roemer, quien sigue prófugo, en un texto con faltas de ortografía que publicó en su cuenta de Twitter, titulado “For the record (Para el registro)”, en el que señala: “Soy ficha: de un gobierno perverso. Un movimiento vulnerado”.
El comunicador, que desde 2021 enfrenta la denuncia de más de 60 mujeres por abuso sexual y tiene cuatro órdenes de aprehensión, asegura en el texto: “Soy utilizado: me fabricaron crímenes. Como cortina de humo. Como peón. Como moneda de fama. Como trofeo político”.
Apunta que es ficha también de “presuntas víctimas y verdaderas oportunistas”, de “periodistas malditos pagados”, pero también de “rivales enfermos de envidia”. El comunicador y diplomático afirma que en su caso hay “ausencia de un debido proceso”, además de “violación a la presunción de inocencia”.
Andrés Roemer, en medio del movimiento Me Too, a través de un video en Youtube fue señalado de acosos sexual por la bailarina Itzel Schnaas, y a partir de dicha denuncia se vinieron los testimonios de otras mujeres que señalaron el mismo modus operandi.
“Mi delito: no ser aliado. Ser arrojado. Ser blanco. Ser hombre. Ser exitoso. Ser judío. Ser privilegiado. Ser ‘naïf’. Ser confiado”, señala Roemer, y agrega que su dolor son “las verdaderas víctimas. Mis hijos. Mi esposa. Mi madre. Mi hermana. Mi familia política. Mis amigos. La mentira. La injusticia”.
El pasado 13 de marzo, recibió la sentencia del juzgado 51 Civil de la Ciudad de México, que declaró improcedente la demanda que él interpuso contra la periodista Montserrat Ortiz por daño moral, luego de que ella y más de 60 mujeres lo denunciaron. Tras publicar su texto, Andrés Roemer ha estado muy activo retuiteando palabras de apoyo, e incluso ha respondido a algunos de esos mensajes que respaldan su inocencia.
“Muchas gracias. Lo valoro. Pero más que confianza, ojalá vieran evidencias. De violaciones al debido proceso (he ganado amparos y siguen cometiendo atropellos). Las evidencias que no estuve en el lugar de los hechos en dos acusaciones. Las contradicciones en las entrevistas”, señala.