Por su abuelo conoció la música del Charro Avitia y de Javier Solís. Por su abuela, cuyos hermanos fundaron la Banda El Recodo, conoció los sonidos de la banda, y por su papá, el rock de los 80 y la trova. Pero Carín León decidió tomar un poco de todas esas influencias, hacer su propia música y hasta llevarla a Europa.
Trae en la sangre la música ranchera, dice, pero también la música folclórica latinoamericana, sin olvidar su gusto por el country, que mostró en su reciente disco Boca chueca. Vol 1. Incluso muchos en España no dudan en relacionar sus florituras con el flamenco. “Más que género, no me gusta la palabra que divide, no me gusta unificar todas las ideas que tengo con una estructura. Siempre lo he hecho por intuición, de corazón, y uno siempre tiene que hacer música de la que se sienta orgulloso, que le aporte a uno, que no sólo sea fama y dinero”, señala Carín en entrevista.
Sin embargo, asegura que no olvida sus raíces y menos en estos días que se habla de los muertos, que en él se hacen presentes en los recuerdos de sus abuelos. Carín cantó en el Wizink Center, un espacio para 16 mil personas que lució abarrotado. El cantante de 35 años, siempre junto a su pareja, luce relajado y emocionado. “Era un día que yo añoraba. Es un sueño. No me di cuenta ni de cómo llegamos, ni cómo cruzamos el charco con mi música. No me cae el 20 todavía”, expresó.