Si te preguntas cómo puedes cuidar el medio ambiente, la primera repuesta la encontramos en la alimentación. Una alimentación saludable y sostenible ayuda a estar bien con uno mismo y con el entorno que nos rodea.
Una alimentación saludable ha de ser equilibrada y variada. Es decir, debe basarse en una proporción adecuada de los nutrientes (hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) y agua. Además, deben ser dietas planificadas adecuadamente, según su patrón alimentario. Si queremos contribuir al cuidado y sostenibilidad del medio ambiente, teniendo en cuenta el impacto ambiental, en nuestra alimentación deberemos reducir el consumo de proteína animal y priorizar la de origen vegetal. Siempre manteniendo el equilibrio de nutrientes.
La variedad de los alimentos no solo convierte nuestras comidas en algo atractivo, sino que garantiza que ingiramos todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo, ya sea siguiendo una alimentación omnívora o más veggie.