Critican atraso en panorama dancístico

El panorama de la danza en México es adverso y está plagado de pendientes que, pese a los cambios realizados en los últimos años, solo ha maquillado su aspecto.

Por ejemplo, aún falta una mejor distribución de la disciplina en foros que no sean de la Ciudad de México, se carece de impulso para crear agrupaciones profesionales a nivel nacional, así como un mayor presupuesto al sector y una política pública que no solo implique programar eventos y un puñado de apoyos a la producción artística.

También hace falta sacar del abandono y actualizar los programas de estudio de los Centros de Educación Artística (Cedart), del Inbal, fomentar el empleo para los profesionales de la danza y explicar por qué compañías privadas tienen más presencia en Bellas Artes que las producciones realizadas en los estados.

Así lo detalló Erandi Fajardo, presidenta del Consejo Nacional de Danza, en el marco del Día Internacional de la Danza. “La danza no se trata solo de producir eventos y programas artísticos —que sí son importantes—, pero los andamios fundamentales de la danza están prácticamente abandonados, como es el caso de la investigación, el fomento a la formación y la divulgación de las investigaciones”, detalló.

¿Qué tanto se han descentralizado los apoyos para la danza?, se le preguntó a Fajardo. “Si bien, tenemos el Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (Pecda), las convocatorias, realmente siguen teniendo un impacto menor a la cantidad y la diversidad del sector artístico y de la danza”, señaló.

“La visión de política pública federal es mentalmente muy centralizada, empezando porque la federación tiene poco que ofrecer a la danza en cuanto a foros y quienes logran acceder son pocas personas. “Una de las de las cosas que yo preguntaría es: ¿No habrá compañías con producciones importantes a nivel nacional para ser programadas en el Palacio de Bellas Artes?, y ¿cómo es que una compañía privada, como la de Amalia Hernández tiene temporadas largas y días fijos con precios altos en dicho foro, hay que pagar para acceder a ese espacio o por qué su programación es tan escasa y poco diversa?”, aseveró.

¿Cómo podría resolverse esa desigualdad?, se le pregunta. “Quizás el reto está aquí, en que de verdad se pueda diseñar una política pública que tenga una mirada de nación”, considera. Fajardo también advierte que la creación de cinetecas en la Ciudad de México no es proporcional a la atención de los Cedart, y planteó que para conseguir nuevos foros destinados a la danza no se necesita nueva infraestructura, sino adaptar espacios existentes, como plazas públicas, hospitales, centros comerciales, “pero sin dejar de garantizar las condiciones básicas”, aseguró.

Carencias en la CND

La Compañía Nacional de Danza (CND) enfrenta tres limitaciones evidentes: carece de giras al interior del país, debido al supuesto alto costo que representa su traslado; sus audiciones se han llenado de bailarines que no cuentan con el nivel requerido. Y su repertorio es tan acotado que la mayor parte de sus funciones solo incluyen Giselle, El Cascanueces, La niña malcriada (La fille mal gardée) y Don Quijote, debido a que la agrupación carece de presupuesto para el pago de derechos.

Así lo detalló uno de los bailarines que han formado parte de la agrupación y que pidió reservar su nombre. Esto, apuntó, afecta a los bailarines, “porque están estancados y no salen del mismo repertorio, así que no existe una exigencia mayor”.

Finalmente, hace unos días trascendió que, durante el montaje de La Esmeralda, que sirvió de telón de fondo para despedir a la bailarina Blanca Ríos, montada por los coreógrafos Vasily Medvedev y Stanislav Feco, ocurrió un incidente entre uno de los coreógrafos y los bailarines, quienes fueron insultados, luego de que fallaran al cargar a una bailarina en escena.