La película surgió como idea en el año 1982 cuando Tim Burton aún trabajaba para Disney. Escribió un poema llamado “The nightmare before Christmas”, y lo pensó como un libro para niños. Después consideró junto a Disney la posibilidad de que fuera un corto o un especial de televisión de 30 minutos. Pasaron los años, y aunque Burton creó éxitos como Beetlejuice, todavía tenía en mente este proyecto que mezclaba aquellos elementos fantásticos de cada festividad.
En julio de 1991 comenzó la producción de la película, que sería la tercera consecutiva de Tim Burton ambientada en un escenario navideño. La película tardó tres años en rodarse por las complejidades de la técnica de stop motion.
Una película única
Después de esta entrada se nos presenta al protagonista, Jack Skellington, un agradable, pero a la vez triste personaje. El rey Calabaza, como también se le conoce, parece tener una crisis de mediana edad: esta situación de todo el año prepararse para Halloween, de la misma manera ya le tiene un poco harto. Es entonces cuando durante un recorrido nocturno con su perro fantasma, Zero, y dialoga consigo mismo hasta llegar al Bosque de las Festividades: nos topamos con árboles que son entradas para los mundos de: San Patricio, Independencia (de Estados Unidos, obviamente), Acción de Gracias y Pascua, del cual vemos a su rey conejo después de la cinta haciendo un tipo de cameo.
En medio de estos árboles, la curiosidad de Jack se despierta, pero en especial por la puerta con el clásico árbol de Navidad, por lo que decide entrar y cae al mundo de estos pequeños duendes, cubierto absolutamente todo de nieve y la canción “Qué es” comienza a ser recitada. Y es en este momento cuando a nuestro protagonista se le ocurre la extravagante idea de crear su propia navidad y convertirse en un nuevo Santa Claus, contratando así, a unos pequeños personajes para secuestrar al verdadero Nicolás.
Todo salió mal. Pero Santa Claus, el verdadero, pudo arreglar los desastres ocasionados por Jack, no sin antes haberse enfrentado con Oogie Boogie (una versión más asquerosa del Coco) y haberse reconciliado, de alguna manera, con Jack, gracias a Sally, la muñeca de trapo, creación del Doctor Finklestein.
Casi todo le mundo ha visto esta película, y no es para menos, es, verdaderamente, una gran experiencia. Pero muy perturbadora también. Si bien todos los personajes del pueblo de Halloween pretenden ser atemorizantes, hay algunos más lindos y de físico más agradable que otros. Y no solo eso, algunos personajes en cuanto a sus acciones son más atemorizantes que otros.
Jack, es un personaje muy simpático, amado por todos, pero a la vez un poco decepcionado de su vida y aún más importante, sus ideas. Bajo esta premisa podemos entender que el verdadero interés que la mayoría del público tiene hacia el personaje, es su humanidad. Su capacidad de sentir y pensar de sobremanera las situaciones de la vida. Claro que Jack secuestró a un personaje y bueno, eso no está bien. Pero si nos fijamos en el cariño que le demostró a Santa una vez que lo vio en la bolsa, podemos entender que el rey Calabaza, es un poco torpe e insensato, pero de buen corazón.
Nos topamos con brujas, hombres lobo, vampiros e incluso con el Alcalde, un hombre peculiar con dos caras, una para demostrar felicidad y otro miedo, este las va intercalando según la situación, a veces de manera exagerada (como cuando busca a Jack en su casa y no lo encuentra).
El extraño mundo de Jack o The nightmare before Christmas como es originalmente, es una animación stopmotion clásica de Tim Burton, pero al contrario de lo que todo el mundo cree, el efecto Mandella aquí, es que esta película no es propiamente el autor previamente mencionado. Es una idea de Burton, e incluso está producida por él. Pero fue dirigida por Henry Sellick, quien hizo Jim y el durazno gigante y Coraline (sí, esas tampoco son de Burton), y escrita por Michael McDawell en cuanto a la adaptación de la historia y Caroline Thompson creando el storyboard de la misma.
Animación a otro nivel
Desde un punto de vista de la animación estamos frente a una película interesante porque principalmente está hecha con stop motion y para ella se hicieron 227 títeres a los que se le cambiaban algunas partes del cuerpo para simular gestos y rasgos faciales (se usaron más de 400 cabezas diferentes de Jack para reflejar todas sus expresiones posibles).
Además de esto Walt Disney Animation Studios contribuyó con algunas partes de animación tradicional que se proyectaban sobre las marionetas y permiten crear algunas cosas que eran imposibles con stop motion (por ejemplo los fantasmas al principio o el reflejo de Oogie Boogie en la luna).
Desde el lado de la música tenemos al siempre genial Danny Elfman, quien además le daría la voz a Jack. Aquí quiero ser claro y reconocer que “This is Halloween” y “What ‘s this?” son quizás las dos mejores canciones de la película y con mucha diferencia. Estas son además los temas en los que la voz principal es del mismo Elfman, quien le da una personalidad especial a Jack y la logra transmitir mediante la música. Las otras canciones siguen siendo buenas y funcionan muy bien en el contexto de la película, pero estas dos se volvieron clásicos del cine animado.