El jilguero

El jilguero se centra en Theodore Decker, de 13 años, y los dramáticos cambios que sufre su vida después de que sobrevive a un ataque terrorista en el Museo Metropolitano de Arte que mata a su madre y le lleva a tomar posesión del cuadro de Carel Fabritius El jilguero.

Trama

Theodore “Theo” Decker hace una narración retrospectiva en primera persona. Cuando tenía trece años, su vida dio un vuelco cuando él y su madre visitaban el Museo Metropolitano de Arte para ver una exposición de obras maestras holandesas. Allí, queda intrigado por una chica pelirroja que está con un hombre mayor. Una bomba explota en el museo, matando a su madre y a varios visitantes más.

Theo se encuentra con el anciano que le da un anillo y le entrega un mensaje enigmático antes de morir. Creyendo que el hombre está apuntando a la pequeña pintura del Siglo de Oro neerlandés llamada Het Puttertje (en holandés, El jilguero), se la lleva aterrorizado. La pintura es una de las pocas obras supervivientes del alumno más prometedor de Rembrandt, Carel Fabritius (casi todas las obras de Fabritius fueron destruidas en la explosión de un polvorín en Delft en 1654, en la que murió el propio artista).

Se muda con un amigo de la escuela, Andy Barbour, y su adinerada familia en su apartamento de Park Avenue. Desconcertado por su extraño nuevo hogar, perturbado por sus compañeros de escuela que no saben hablar con él y atormentado sobre todo por su insoportable añoranza por su madre, se aferra a una cosa que le recuerda a ella: la pequeña pintura misteriosamente cautivadora que finalmente lo lleva al inframundo del arte.

Cumple los últimos deseos del anciano y le devuelve el anillo a su socio comercial, James “Hobie” Hobart. Theo se entera de que el nombre del anciano era Welton “Welty” Blackwell y que él y Hobie tenían juntos una tienda de antigüedades. Se hace amigo de Hobie y conoce a la chica pelirroja, Pippa, que vivió con Welty y Hobie después de que su madre (la media hermana de Welty) muriera de cáncer.

La vida de Theo se ve alterada cuando su padre vago llega con su nueva novia y se lo lleva a Las Vegas. Se lleva el cuadro y, en Las Vegas, hace un nuevo amigo, Boris Pavlikovsky, el cosmopolita hijo de un emigrado ucraniano. Los dos niños, ambos con padres ausentes, pasan la mayor parte de las tardes bebiendo, fumando marihuana y consumiendo otras drogas ilegales. Mientras lo persigue un usurero, el padre de Theo se emborracha y muere en un accidente automovilístico.

Temeroso de lo que la muerte de su padre pueda significar para su situación, Theo huye a Nueva York en un autobús a través del país. Al no tener dónde quedarse, se dirige a casa de Hobie, quien le da la bienvenida. Pippa, ahora inscrita en una escuela para adolescentes con problemas en Suiza, está de visita durante las vacaciones.

La narración avanza ocho años. Theo se ha convertido en socio pleno del negocio de Hobart. Ha ocultado El Jilguero porque tiene miedo de que lo acusen de robo. Está comprometido con una amiga de la infancia, pero todavía está confundido y obsesionado con este “amor” por Pippa, que vive en Londres con su novio. Con el paso de los años, se vuelve adicto a los medicamentos recetados y salva a Hobie de la quiebra vendiendo antigüedades falsas.