Un avión en el que viajan unos estudiantes británicos sufre un accidente durante una guerra a causa de una fuerte tormenta, estrellándose contra una isla desierta en donde los únicos supervivientes son los niños pasajeros, quienes se ven obligados a sobrevivir sin ningún adulto pues el único adulto era el piloto del avión, muerto en el accidente. La ausencia de normas y límites hacen que la lógica y la serenidad de los jóvenes vayan desapareciendo al dejar paso a la faceta más salvaje del ser humano, provocando que la utopía insular de Ralph, Piggy, Jack y los demás no tarde en transformarse en un caos gobernado por la locura, la lucha de poder y la muerte.
Ralph y Piggy, dos de los chicos mayores, encuentran una caracola que hacen sonar para reunir al resto de los supervivientes. Desde ese momento, la caracola será utilizada como símbolo de autoridad y derecho a la palabra, además de ser empleada para convocar a todos a una asamblea cuando la situación lo requiera. Ralph es elegido democráticamente como líder del grupo, pese a que Jack, otro de los chicos más fuertes, deseaba ser el jefe. Para contentarlo, Ralph lo deja a cargo del grupo del coro, a quienes este bautiza como “cazadores”. El líder decide que es necesario encender una hoguera, de manera que puedan generar una señal constante de humo y así ser rescatados por algún navío que la vea. Para encender el fuego, utilizan las gafas de Piggy aprovechando los rayos del sol. Desde aquel momento, Ralph insistirá durante toda la estadía en la isla que abandonar la hoguera sería renunciar a la idea de ser rescatados y entregarse a la vida como salvajes, razón por la cual se designan encargados de vigilar que la hoguera no se apague en ningún momento.
Con el paso del tiempo, algunos de los chicos emprenden conductas violentas e irracionales. Jack es el primero de ellos, que al no haber sido electo como jefe del grupo, siente una rivalidad y odio hacia Ralph, disfrutando al mismo tiempo de insultar a Piggy. Se queja de la importancia que le dan a la hoguera y a la caracola, mientras él y su grupo están cada vez más obsesionados con la idea de cazar un jabalí, acción que finalmente llevan a cabo.
Progresivamente, el miedo se hace más patente a medida que aumentan los rumores de una bestia que habita en la isla. Aunque ninguno de los chicos mayores cree que esto sea posible, la idea los aterra igualmente. Una noche les toca a los mellizos Sam y Eric cuidar la hoguera, éstos ven una criatura desconocida, haciéndoles correr de miedo. Los demás deciden ir a investigar armados con lanzas, dejando a los “peques” al cuidado de Piggy. El grupo, liderado intermitentemente por Ralph y Jack, recorre la isla durante todo el día.