La lengua como libertad, pero también como diálogo, como pertenencia, como identidad y espacio de creación y exploración de las ideas fueron parte de los conceptos expuestos y analizados en las dos primeras mesas del Festival Escribidores 2024. México: Vida, Muerte y Ficción, que inició en la Ciudad de México con un encuentro literario organizado por la Cátedra Vargas Llosa en colaboración con la Universidad de la Libertad.
Este evento se convirtió en la primera edición internacional del festival que ha tenido tres ediciones en España y que por vez primera cruza el Atlántico.
Jornada
En la jornada participaron escritores como Mónica Lavín, Guillermo Arriaga, Manuel Francisco Reina, Verónica Murguía, Ana García Bergua y Pablo Sol Mora.
En una revisión a la lengua y al español como idioma que crece y se transforma, Lavín habló de las palabras que eligen usar los escritores y de las que hoy quieren que dejen fuera, “creo que uno de los grandes problemas actualmente es la corrección política, y la corrección política como censura en la escritura me parece que no puede ser el criterio para las palabras que elegimos, si tenemos que poner negro vamos a poner negro. Es una batalla a la que ahora le tocan tiempos difíciles”.
Agregó que el escritor siempre es la prueba más clara de la viveza de la lengua porque en sus obras da cuenta del contexto que lo rodea, “el escritor es la prueba de su tiempo y la posibilidad de la invención de palabras en imágenes”.
La colaboradora agregó que, al escribir, cada uno de los autores “va conformando su mapa de identidades y de una búsqueda que seguramente se refleja en las palabras que elegimos que en la novela tenemos que persuadir de realidad. No es que el escritor se proponga funcionar como un Museo de la Lengua, pero involuntariamente ahí queda una memoria de ese brillo”.