Por primera vez se muestra en su totalidad la colección personal de arte de Lilia Carrillo (Ciudad de México, 1930-1974), artista que trascendió al ser una de las pocas mujeres en formar parte del movimiento de la Ruptura, pero que tras su temprana muerte, a los 43 años de edad, la difusión de su trabajo se fue perdiendo. En la exposición “Los Lilia Carrillo de Lilia Carrillo”, que se presenta en la galería Kurimanzutto, se exhiben 59 obras de arte que la artista decidió no vender, sino conservar para sí misma.
En el recorrido se pueden observar piezas que hizo durante sus años de estudio en París, arte figurativo, abstracto, collage, bocetos de diseño de vestuario para obras de Alejandro Jodorowsky y autorretratos, un área que tampoco desarrolló a profundidad.
La colección llegó a Kurimanzutto a través de una sucesión de herencias. Carrillo heredó su colección a su esposo, el artista Manuel Felguérez. Tras la muerte de Felguérez en 2020, la colección quedó en manos de su viuda, Mercedes Oteyza.
“Raúl Zorrillo, el director de la galería, sabía que existía esta colección y desde hace unos años quería que se mostrara porque sabía que se trataba de algo precioso, porque no se dispersó”, explica Julia Villaseñor, directora de Comunicación de Kurimanzutto.
No todas las piezas cuentan con título o fecha de creación, por lo que el recorrido no es cronológico. Al tratarse de una colección que hasta hace poco se conservó dentro de una casa, fue necesario hacer trabajos de restauración, por ejemplo los dibujos en tinta y papel se estabilizaron, muchas de las obras se enmarcaron por primera vez.
Aunque Carrillo exhibió en vida su arte, como en una retrospectiva en Casa del Lago en 1963 y en exposiciones colectivas en el Museo de Arte Moderno, el Palacio de Bellas Artes, en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, se estima que el 90 % de las obras de arte de su colección personal se muestran por primera vez al público.
“Son muchas piezas que no estuvieron en exposiciones ni en catálogos. No hay mucha información o un catálogo preciso con todas las piezas que exhibió. Creemos que al menos el 90 % es la primera vez que se muestran”, recalca.
Entre estas creaciones destaca el autorretrato que hizo Carrillo en 1948, a la edad de 17 años, durante sus estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Hay un segundo autorretrato, se trata de un estudio, que hizo en 1952 y es expuesto junto a estudios del rostro de una mujer anciana.
Otro trabajo que destaca es un dibujo hecho con tinta sobre papel: un homenaje a uno de sus maestros, el artista Rodríguez Lozano. La obra no tiene fecha de creación, pero sí título: Mi regazo como el de las mujeres estériles.
Carrillo también estuvo inmersa en el surrealismo, al ser amiga de Leonora Carrington, Remedios Varo y Alice Rahon. Esta influencia se puede ver en Retrato con león, una pintura con óleo de una mujer sobre un león, con un estilo similar al de Carrington. Para estas creaciones usó un alter ego checo, Felisa Gross, bajo la idea de tener un mejor recibimiento en el círculo del arte.
La exhibición está complementada con una selección de documentos prestada por Ricardo Guerra de la Peña, nieto de Lilia Carrillo. Aquí se exhiben fotografías personales, notas de periódicos, portadas de revistas, publicidad de sus clases de arte, ejemplos de su trabajo como ilustradora, cartas y mucho más.
Sobre si las piezas están a la venta, Villaseñor aclara que el deseo de Felguérez era que la colección no se dispersara, por lo que si hay intención de compra, tendría que ser la adquisición del acervo completo. “Separarlas perdería el valor del conjunto”, agrega.
Investigación
Para esta muestra se pidió a Daniel Garza Usabiaga, doctor en Historia y Teoría del Arte por la Universidad de Essex, hacer una investigación sobre la figura de Carrillo para el catálogo de la exposición.
“Es una investigación interesante porque la sitúa al centro de un movimiento artístico mexicano del que se sabe mucho por sus figuras masculinas. La retoma como una figura activa, propositiva, influenciadora de otras figuras y no solo como la mujer que está a un lado de alguien. Digamos que es una manera de reescribir una historia que ya se nos contó, pero tiene este aspecto de decir que también estuvo la figura activa de Carrillo. Pone los puntos en las íes”, detalla Villaseñor.
También con el trabajo de investigación de Jaime Moreno Villarreal, Mireya Escalante, Marisol Noble y Ricardo Guerra de la Peña se trazó una línea de tiempo sobre la trayectoria de Carrillo. Sin embargo, la exposición más que contestar preguntas, es una oportunidad para plantear nuevas líneas de investigación sobre el arte de Carrillo.