El 9 de diciembre de 2012 se dio a conocer la noticia del trágico fallecimiento de Jenni Rivera, mejor conocida como la “diva de la banda”. Doce años después, su legado sigue vivo y, a pesar del paso del tiempo, Jenni continúa siendo un ícono de la música mexicana.

Esa noche, Rivera abordó un Learjet 25 con destino a Toluca, después de ofrecer un concierto en la Arena Monterrey.

Minutos después del despegue, el avión perdió contacto con los radares y la incertidumbre se convirtió en dolor cuando se confirmó que la aeronave había caído en la Sierra Madre Oriental, dejando a todos sus pasajeros sin vida.

Víctimas

Entre las víctimas se encontraban su publirrelacionista, su maquillista, su estilista y su abogado, además de los dos pilotos. Investigaciones posteriores revelaron negligencias, como la avanzada edad del piloto y la falta de experiencia del copiloto, factores que contribuyeron al fatal desenlace.

Recientemente, su hija Jacqie Rivera lanzó una emotiva versión de “Yo te extrañaré”, en colaboración con su tío Lupillo Rivera, como un homenaje a su madre.

El lugar del accidente se ha convertido en un espacio de peregrinación para sus seguidores. En paralelo, su tumba en Long Beach, California, conocida como Momma’s Garden, sigue siendo un lugar de homenaje para sus fans, adornada con mariposas, flores y mensajes de amor.

Mitos y misterios

La tragedia de Jenni Rivera ha estado rodeada de teorías y especulaciones. Desde conspiraciones que sugieren un posible secuestro hasta interpretaciones simbólicas de los objetos encontrados en el lugar del accidente, como una Biblia quemada. Sin embargo, la versión oficial confirma que fue un accidente causado por fallas humanas y técnicas.

Entre los rumores más recurrentes se encuentra la posibilidad de un sabotaje a la aeronave o incluso un atentado, aunque ninguna de estas hipótesis ha sido confirmada oficialmente.

Otro de los aspectos más enigmáticos tiene que ver con la edad del piloto, Miguel Pérez Soto, quien tenía 78 años, excediendo el límite permitido para operar un avión de este tipo. Por otro lado, el copiloto, Alessandro Torres Álvarez, de tan solo 21 años, no contaba con una licencia válida para volar fuera de Estados Unidos. Estos detalles levantaron serias dudas sobre la seguridad y el mantenimiento de la aeronave.

Además, el último concierto de Jenni en la Arena Monterrey el 8 de diciembre de 2012, ha sido interpretado como una especie de despedida. Durante el evento, la cantante pronunció palabras que muchos de sus fans han considerado como una premonición de su trágico destino. Algunos asistentes recuerdan cómo Jenni, en un momento, expresó: “Si esta fuera mi última vez aquí, me voy feliz y agradecida con ustedes”.

También se han difundido historias sobre objetos encontrados en el lugar del accidente que algunos interpretan como señales. Según Lupillo Rivera, hermano de la cantante, entre los restos del avión se hallaron una biblia quemada y dinero triturado, lo que ha sido tomado por algunos como símbolos cargados de significado.