La idea esencial de la compañía teatral La Trouppe, que cumple 44 años de vida artística, es tocar el alma de niños y niñas, dijo Carmen Luca (quien encarna a Lady Lucas), integrante de la agrupación que volverá a escena el 30 de noviembre, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, para presentar Fandango Trupetero.

Esta pieza, comenta Luca, “es una alegoría de nuestra idiosincrasia, donde jugamos con las artesanías, la música y la comida, que son parte de nuestra riqueza cultural, y lo que queremos es que los niños conozcan, por ejemplo, el canto cardenche, un huapango de la Huasteca, pero también el vals oaxaqueño, con los bordados de Tenango y con una combinación de títeres y payasos en teatro negro”.

Para esta ocasión, los Trupos (Lady Lucas, Toño Canica y Noni Pelusas) viajan al pueblito de Chayotitlán para dar una función, pero en el trayecto se descompone su vehículo y allí, en medio de la carretera, descubren a un grupo de visitantes del planeta Fafefifofu, quienes tienen una tecnología muy avanzada, pero enfrentan un problema mayor: la gente ya no se ríe ni se divierte.

Bajo esa idea, “los Trupos hacemos este fandango para los fafufeños, con ‘sketches’ de payasos y títeres al ritmo del son del trompo (porque en la historia nos hemos dado a la tarea de que los niños conozcan algunos juegos tradicionales que se han jugado en México),  del son veracruzano, y hacemos un homenaje a Chava Flores, a la comida de la capital, para lo cual les pedimos a los fafufeños que trabajen con nosotros en la obra y así puedan traducir el contenido a sus paisanos”.

Para Luca, “el humor es parte de la vida del ser humano y es un elemento que nos ayuda razonar”, aunque reconoce que esta agrupación lo que busca es un humor respetuoso e inteligente, “y eso nos ha dado esta comunicación directa y transparente con los niños, para lograr una comunión teatral. Pienso que, en este momento, el humor es hasta una irrupción a lo que estamos viviendo (con la violencia) y creo que es una ayuda para el alma. Parte de nuestra vida artística es tocar el alma de niñas y niños y uno de esos elementos que lo permite es el humor, pero un humor donde no se ridiculiza al de al lado”.

Finalmente, Luca reconoce que en estos 44 años no todo ha sido fácil. Por ejemplo, recuerda que en 1982 no era sencillo encontrar un teatro para presentarse o que en la pandemia sufrieron una de las mayores pérdidas: el fallecimiento de Mauro Mendoza, fundador y director de la compañía, que en 2025 será homenajeado.