Lo primero que recibe a uno tras cruzar la puerta es un librero lleno de cientos de frascos con una gran variedad de lentejuelas, chaquira, botones, hilos y otros aditamentos para decorar ropa. Es ahí cuando uno sabe que ha llegado a la casa de las hermanas vestuaristas María y Tolita Figueroa, quienes en agosto recibieron la Medalla de Oro Bellas Artes 2024 en la categoría de teatro, después de 40 años de trayectoria. Las diseñadoras no se encontraban durmiendo en sus laureles, trabajaban en el comedor.

Tolita (Ciudad de México, 1957) estaba presionada revisando los portafolios de artistas candidatos para recibir apoyo del Sistema Nacional de Creadores; ese día se durmió hasta las 4 de la madrugada para avanzar lo más posible. María (Ciudad de México, 1955) la estuvo apoyando y a la vez trabajando en lo que será su primera exposición individual que, adelantan, se inaugurará en noviembre en la galería del Seminario de Cultura Mexicana. “Estoy nerviosa”, dijo Tolita sobre este proyecto que ha consumido su atención. “A mí me sorprende que sea la primera exposición”, agregó María. Pese al ajetreo, las vestuaristas, que en 2011 fueron nombradas como “las mejores del mundo” en la Cuadrienal de Praga, se hicieron un espacio para conversar sobre su carrera.

“Ha sido padrísimo, menos el sueldo de 40 años, todo ha sido divino, divertidísimo porque nunca trabajas con las mismas personas, nunca trabajas con la misma época ni con la misma historia ni con el mismo grupo. Entonces no hay como nada que se te haga costumbre, siempre cambias”, dijo María.

En estas cuatro décadas, las hermanas Figueroa han diseñado vestuario para ópera, teatro y cine. El Palacio de Bellas Artes es el escenario que ha proyectado sus creaciones en gran medida.

Tolita fue la primera en adentrarse al mundo del vestuario, luego le alcanzó María, quien trabajaba antes como ilustradora de libros infantiles. Fue hasta que Tolita tenía mucho trabajo y le pidió ayuda a su hermana. “A la hora que vi bailar a mis dibujos dije: ‘Esto es lo máximo, es que yo era bidimensional’”, dijo María. “Ya no soltó el teatro jamás”, agregó Tolita.

De ahí, ambas emprendieron su larga trayectoria, con una formación un tanto autodidacta, pero con maestros cineastas y dramaturgos de primer nivel como Luis de Tavira, Alejandro Luna (padre de Diego Luna), Alejandro Jodorowski y Héctor Mendoza. Incluso Leonora Carrington, quien también hacía vestuario.