El actor Luis Ernesto Franco triunfó en el Festival Internacional de Cine de Monterrey con la cinta Todavía conmigo, en la que no solo hace el papel de protagonista, también de productor.
Con dos proyecciones en la Cineteca de Nuevo León, el actor mexicano logró conmover al público hasta las lágrimas y llevarse muy buenas críticas; sin embargo, la película enfrenta un nuevo reto, y es que, aún no tiene distribuidora. “Nos está costando trabajo”, dijo Franco en entrevista. Pero ¿a qué atribuye esta situación?, según el actor, se debe a la temática de la película: “ahorita la industria, o por lo menos la gente que decide, están apostando por la comedia; también es lo que la gente está consumiendo en las salas de cine. Está perfecto, pero esta no es una comedia romántica. Entonces, puede que para ellos sea más complicado distribuirla”, agregó.
A pesar de lo complicado del panorama, “El güero”, como es llamado de cariño, se mostró optimista sobre el futuro de Todavía conmigo, en especial después de la respuesta positiva del público en Monterrey: “Yo siempre he creído en la película”, comentó, refiriéndose a los resultados de las funciones que realizaron antes del estreno, donde tanto expertos como personas ajenas al cine coincidieron en la calidad emocional y narrativa del film.
Una historia sobre el duelo
La película, dirigida por Alfonso Pineda Ulloa y escrita por Luis Arrieta, sigue la historia de un hombre que no puede dejar ir a su esposa fallecida, y decide emprender un último viaje en moto para sanar y despedirse de ella, manteniendo conversaciones con su memoria durante el trayecto.
Se filmó en Baja California, lo cual presentó grandes retos logísticos debido al intenso calor y las dificultades que enfrentaron con la moto que usaron durante el rodaje: “filmamos de Tijuana a La Paz en julio del año pasado, el calor era impresionante, y a mitad del rodaje se nos desvieló la moto”, compartió Franco durante la FICMonterrey. A pesar de estos obstáculos, el equipo supo adaptarse, modificando incluso partes de la historia para completar el rodaje.
La conexión personal de Franco con la historia es evidente. Él mismo comentó que la película fue un proceso catártico para él, tras haber perdido a su padre recientemente. Asimismo, Alfonso Pineda Ulloa, el director, vivía su propio duelo al enfrentarse al diagnóstico de demencia de su madre. Esta profunda conexión con la temática de la película se refleja en la sensibilidad con la que fue filmada, lo que explica la fuerte respuesta emocional del público.