La actriz Marimar Vega ve con esperanza una evolución en la televisión abierta, que, comenta, ha mejorado sus historias presentando a mujeres fuertes e inteligentes.

Destaca el avance en la representación del sexo femenino, además del hecho de que muchas historias son contadas por mujeres, lo cual considera ayuda a cambiar la narrativa sobre los roles femeninos en la sociedad.

Para Vega, quien protagoniza la serie Dra. Lucía: un don extraordinario, que actualmente se transmite por Azteca Uno, este cambio es especialmente relevante en un contexto actual donde se lucha contra la violencia de género.

“Hemos avanzado muchísimo con este tema. (Las mujeres) no solo somos víctimas, sino inteligentes y podemos tener trabajos de poder, llevar un país. En la actualidad estamos en un mejor momento”, explicó en entrevista.

“Pero actualmente está increíble que la mayoría de las historias son contadas por mujeres protagonistas y muchas también de mi edad ¿no? De 40 y tantos, que también es aplaudible, aunque seguimos viviendo violencia y pues todos los feminicidios y todo lo que ocurre en este país es tremendo”, señala.

A través de su protagónico en la serie, que se transmite de lunes a viernes a las 21:30 horas, la actriz muestra lo que vive un médico cotidianamente en un hospital y que al mismo tiempo está inmerso en los misterios de esoterismo.

“‘Dra. Lucía’ es una mezcla entre la ciencia con casos reales y la magia porque ella muchas veces puede ver realmente lo que le pasó al paciente. Cada capítulo es una historia distinta lo cual le da dinamismo porque provoca querer saber qué es lo que va a pasar, cómo se va a resolver el caso”, señala.

La historia, que va en su segunda temporada, muestra todo tipo de expedientes médicos, algunos que, confiesa, la dejaron traumada porque se derivan incluso de hábitos cotidianos.

“Hay casos como lavarte los dientes y que una cerdita se te vaya, que no te des cuenta y se te aloje en una parte del pulmón o del estómago, por ejemplo. Hay cosas así muy raras. Grabé un caso de una chica que se come una solitaria para trata de adelgazar y trae un gusano en la panza, son muchos casos, es muy entretenido”, detalla.

En temas de caracterización admite que los resultados son impactantes, como cuando a un paciente le dio lepra o uno se intoxicó por químicos radiactivos.

Asesorada por profesionales

Para encarnar a una especialista en medicina, la hija de Gonzalo Vega siempre tuvo el asesoramiento con expertos que la fueron guiando para pulir su papel.

“Tenemos una doctora residente que nos apoya en muchas cosas, aprendí cosas para saber reaccionar si llegan ciertos dolores, como qué medicamento pedir o cómo mover a los pacientes; he conocido mucho sobre la marcha, como la manera de tomar la presión, cosas básicas para uno que no se dedica a eso y no tiene ni idea”, indica.

Para conectar con emociones difíciles, comparte que recurre a la relajación y trata de ponerse en los zapatos del otro. “Nos ponernos en situaciones en las que nunca hemos estado y tratamos de interpretar de la mejor manera para que la gente sienta real las situaciones”, considera.

En la vida real, Marimar cree que existe algún factor especial relacionado con las energías que puede ayudar a las personas: “Yo sí creo en muchas cosas que no podemos ver y que no se pueden explicar que existen, por eso me gusta hablar de eso. Todos somos únicos, irrepetibles y especiales, nada más toca observar qué es lo que tú puedes aportar distinto, pero todos tenemos algo especial”.

Este personaje, agrega, la ha hecho reflexionar sobre el tema de las relaciones humanas o la empatía, pues está segura de que el programa puede influir en las conversaciones del público, por ser familiar y que pueden ver hasta los niños.

“La gente que es médico viene a este mundo a estar al servicio de los demás y a ser súper empático. Creo que la característica principal de Lucía es que es muy empática. No estoy diciendo que todos los doctores sean así, pero es algo que los caracteriza. Estás ahí para ayudar, tu función es ayudar para que los demás se sientan mejor, a que sanen”, destaca.

Marimar comenta que su personaje convive con la muerte; fuera de cámaras, asegura es un asunto que no le preocupa: “Yo tengo una buena relación con la muerte en el sentido de que considero que así es la vida. Obviamente es más fácil cuando ocurre por una cuestión natural: si se mueren los abuelos y luego los papás y luego los hijos. Entiendo que a veces la muerte es muy difícil de aceptar cuando es algo que piensas que no es justo o que no es el momento adecuado. En mi podcast también hablamos mucho de eso, creo que en esta vida hay que aceptar lo inaceptable. Así veo yo la muerte. Es algo que sucede y que todos estamos expuestos a que nos pase”.