Lo que comenzó como una historia de amor se transformó en un pretexto para escribir de política y reflejar infinidad de historias actuales que viven día a día los seres humanos.
Emilio Lezama, presentó la noche su primera novela, El mejor mundo posible, una historia de amor posmoderno, publicada por Ediciones Cal y Arena. En la presentación participaron los periodistas Ricardo Raphael, Javier Risco y Luisa Cantú.
Los protagonistas son anónimos. Él es “víctima de lo que está pasando alrededor de él y muy pocas veces puede reincidir en él. En el momento en que se da cuenta de que sí quiere hacer algo, siempre es demasiado tarde”, explicó Lezama.
“Estos personajes ya no eran sólo mi historia de amor. Sino que tenía que ver con ideas de mundo que yo tenía. Este conflicto de ideas, de qué mundo queremos; de quiénes somos; qué tipo de cosas nos vuelven quienes somos. Usé la segunda y tercera parte del libro para poder explorar eso. Ya no la parte de amor, sino estas bifurcaciones de mundo que están metidas en el personaje, que él no entiende, si es uno u otro. Al final de cuentas acepta las contradicciones del mundo. Vivimos en una sociedad que no acepta contradicciones, tienes que ser puro”, comentó.
Lezama puntualizó que somos seres incongruentes y que no es algo malo: “Eso nos vuelve humanos, nos vuelve completos, nos da la posibilidad de escribir una novela de amor. Pero esta posmodernidad no lo permite, porque está juzgando constantemente sobre los rumbos que tomas”.
De cara a la época en la que vivimos, el escritor hizo referencia a que el pesimismo es una gran enfermedad que tiene nuestro tiempo, que cree que todo lo que está pasando ahora es el peor mundo posible. “Todos los libros hablan de los Zetas, hablan de narcotraficantes, de crimen y demás. ¿Quién no se atreve a escribir una historia de amor y no es tachado de ingenuo?”, destacó.
Sin embargo, para Ricardo Raphael, el libro es muy autobiográfico, de nuestra época: “Ante nuestra incapacidad para arrojarnos con convicción, con fe, incluso con disposición hacia el vacío, en ese sentido es un texto de amor y filosofía posmoderna”.
Agregó que este texto todo el tiempo está tratando de buscar reunir islas incapaces de comunicarse: “Las clases sociales que no tienen puentes entre sí; los mundos profesionales que no se tocan; el amor que no sirve de puente. Es la materia que conduce todo el libro. ¿Cómo construimos puentes entre las islas del archipiélago? Lezama hizo un buen trabajo para narrar nuestra posmodernidad. Para lamentarnos de ella, pero también para decirnos por dónde puede haber reconciliación”.
Risco comentó que El mejor mundo posible es una novela que refleja mucho estos tiempos, “que puede ser leída como una tesis sobre las discusiones entre Leibniz y Newton; un thriller político; unas clases de campaña; o acerca de la depresión, de cómo se resuelven las vidas en Whatsapp”.