Las exequias del poeta Ernesto Cardenal, quien falleció a los 95 años, se iniciaron en Managua. El gobierno de Nicaragua se sumó “a las ceremonias de gratitud y despedida” y decretó tres días de duelo.
Hoy oficiarán una misa de cuerpo presente en la catedral de esa capital. Los restos de Cardenal serán cremados y depositados en la isla de Solentiname, difundió AFP; allí, en 1966, el sacerdote creó una fundación de la orden trapense con el fin de que los campesinos aprendieran a pintar y escribir poesía.
La poeta Gioconda Belli, según Diario Libre, refirió: “Una de las últimas conversaciones que tuve con él fue después de su gravedad de febrero y le pregunté: ‘Poeta, ¿ya resolvió usted la muerte?’. Me dijo: ‘Sí, ya la resolví’. Eso dio pie para que me hablara de su conocimiento del cosmos, su idea del universo. Él creía, y creo que ahí debe estar, en la Vía Láctea, que iba a disolverse en el amor de Dios. Eso para él era la eternidad y ese fue el mensaje que dejaba con su poesía”.
El presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo decretaron las jornadas de duelo en reconocimiento al “aporte a la lucha del pueblo nicaragüense” de quien designan erróneamente “portador del Premio Cervantes”.
El decreto del gobierno y Estado de Nicaragua describe a Ernesto Cardenal como “una gloria y un orgullo nicaragüenses, que admiramos profundamente dando gracias a Dios por su vida, sus méritos y su infatigable amor a Nicaragua”.
Poema póstumo
El sitio de internet independiente Stereo Romance informó que Gioconda Belli, amiga del autor de Hora cero, señaló: “Me parece un acto de cinismo, porque mientras estuvo vivo Ernesto Cardenal lo trataron bastante mal. Él dijo que se sentía como un perseguido político”.
Según ese medio, a la llegada a la funeraria, “Belli reveló que Ernesto Cardenal dejó un último mensaje y es un poema que saldrá a la luz en los próximos días, pues decidió que sólo se publicaría cuando estuviera muerto”.
Stereo Romance y el portal de noticias El Confidencial consignaron que hay vigilancia policiaca en los alrededores del velatorio, donde se despide al reconocido escritor y escultor. Lo calificaron de asedio.
El protagonista de la revolución sandinista y crítico del gobierno de Ortega murió “tras una descompensación generalizada, en un hospital de Managua”, reportó la agencia AFP. “Se nos fue en paz absoluta, no sufrió dolor”, según Luz Marina Acosta, asistente de Cardenal por más de 40 años.
Prensa Latina difundió que el Ejecutivo de Venezuela expresó su pésame a las autoridades y pueblo de Nicaragua por la muerte de Cardenal, “quien siempre se inspiró en la naturaleza, en el hombre, la mujer y en el amor a Dios para crear su extensa e inigualable obra poética, forjada al calor de las luchas revolucionarias”.
En la ceremonia fúnebre, “entre lágrimas y amenas tertulias, intelectuales, políticos, jóvenes y diplomáticos extranjeros rindieron homenaje al poeta”, señalaron. “Te has unido al universo de la creación. Nicaragua, tu cuna y amada patria, llora tu partida”, expresaron estudiantes del colegio Pierre y Marie Curie durante una “vela” en Managua.
“Muy triste su muerte porque él era muy querido en México”, donde “los jóvenes sobre todo lo perseguían para que firmara sus libros, les platicara, muchos sabían sus poemas” cuando viajaban, relató la embajadora mexicana en Nicaragua, Carmen Moreno.
Su partida “es un gran tristeza, era un hombre de altos ideales y nunca renunció a ninguno”, acotó el embajador de Uruguay, Jorge Juro.