Montan “María. La bruja tlahuipochi”
La pieza se ha llevado a escena desde hace nueve años. CP

La Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico (Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn) es el escenario donde perviven leyendas como “La Llorona”, “El Charro Negro” o, especialmente, las bolas de fuego que matan a los bebés que no han sido protegidos con unas tijeras abiertas a sus pies o con un espejo en la entrada del cuarto.

La obra “María. La bruja tlahuipochi”, la cual se ha llevado a escena desde hace nueve años (primero fue en Xochimilco; ahora, en el Instituto Cultural Helénico), arranca una corta temporada que terminará el 1 de diciembre.

Antes de comenzar la función, un espectáculo de fuego, danza y música en el patio de la Capilla recibe al público. La obra multidisciplinaria de Marco Dzul arranca con la danza de ciertos espíritus prehispánicos: mujeres búho y hombres jaguar, cuyos movimientos reciben la guía de la música en vivo que interpreta el grupo MEZ-ME. La neblina artificial de lo que quizá sea hielo seco los envuelve y da pie a la presentación de los personajes del pueblo, quienes se congregan, al ritmo de una voz colectiva, y encarnan la vida cotidiana en el Xochimilco de los años 40.

Un puñado de cuadros novohispanos, que cuelgan de las paredes de la Capilla, envuelven al mercado, la venta, el matrimonio y el sentido de común que son la cara alegre de la trama. Lo contrario, en la obra, son las tlahuipochi, capaces de convertirse en bolas de fuego y cuya aparición y baile paralizan a los personajes.

Hasta que María Guadalupe, el personaje principal, se encuentra con una bruja tlahuipochi y se ve enfrentada a tomar decisiones y elegir su propio destino.

Las coreografías son de Airy García, Elba Colín y Carolina Bustamante Elizalde. En el elenco están Clementina Guadarrama, Pamela Balderas, Alicia Lara, Kevin Llanes, Rodrigo Carbajal, Marco Dzul, Norma Castañeda, Jésica Meléck, Daniela Jaimes-Padilla, Airy García, Gabriela Zantiago, Lucero Martínez, Moe Yaotl, Emily Ramos, Estefany López y Camila Mercado.