Recuperan sonidos del México antiguo
La exposición reúne 160 piezas prehispánicas. CP

La mayor exposición dedicada al mundo sonoro de Mesoamérica, integrada con al menos 160 instrumentos prehispánicos, arribará al Museo de las Scuderie del Quirinale, en Roma, Italia, el próximo 30 de julio, para mostrar la más completa exploración en torno a la diversidad sonora del mundo prehispánico, que incluye silbatos, ocarinas, cascabeles, sonajas, collares, caracoles, flautas con formas de animales y una flauta cuádruple de origen teotihuacano, detallaron los investigadores Frida Montes de Oca y Gonzalo Sánchez.

La exhibición, que lleva por título “Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo”, es una aproximación estudiada acerca de los instrumentos aerófonos (de viento) e idiófonos (que suenan con su propio cuerpo), así como tambores e instrumentos mixtos del mundo precolombino.

“En la muestra empezamos con una explicación de cómo llegó la música al mundo prehispánico, a partir de las leyendas y, después, entramos a los símbolos de la sonoridad, acompañadas de imágenes en códices que exponen la representación de la expresión sonora, en particular donde los dioses cantan y danzan”, explicó Montes de Oca.

Esto se logra a partir de la exhibición de dos estelas de gran formato, provenientes del Museo Nacional de Antropología y del Museo del Castillo de Teayo, en Veracruz, en las que aparecen los dioses Ehécatl-Quetzalcóatl, y Tezcatlipoca, quienes alimentaron una serie de leyendas de origen mexica que exploran el origen de cómo llegó la música a los humanos. Por ejemplo, en la cultura nahua se atribuía a Quetzalcóatl el haber repartido al humano los diversos instrumentos para la adoración de los dioses, a través de la música y la danza.

En su oportunidad, Gonzalo Sánchez explicó que en la muestra se incluyen ejemplos de casi todas las culturas de Mesoamérica: “No se planteó seguir una línea temporal ni por región, ya que más bien se le dio énfasis a la importancia que tiene el sonido para estas culturas, así como esa idea de buscar estos materiales —algunos muy valiosos—, que aparecen mencionados en la literatura especializada y que, efectivamente, pocas veces salen a la luz”.

Asimismo, destaca que un elemento enriquecedor de esta exhibición es la inclusión de códigos QR que permitirán a los visitantes el acceder a la recreación de los sonidos de cada instrumento. “Hoy en día esto es más fácil porque el desarrollo de la tecnología nos facilita que a través de QR el asistente que ve los instrumentos pueda escuchar una aproximación investigada de esas distintas sonoridades que se alejan de la música occidental”, refiere Sánchez.