Su voz es inconfundible, su potencia inigualable y su imagen única, por lo que no había escenario perfecto para el regreso de la icónica Celine Dion, quien tuvo como tarima de mini concierto la Torre Eiffel y como asistentes a todo el mundo, porque ese fue el impacto de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, que prometió reunir a figuras de todos los ámbitos.
Solo este magno evento pudo sacar de su “retiro” a Celine, quien desde 2020 no aparecía en un escenario, primero por la pandemia de covid-19, que la obligó a cancelar la gira que tenía agendada, y luego por su diagnóstico de síndrome de persona rígida, con el que supuestamente habría perdido su legendaria voz.
Para su fortuna, no fue así; por el contrario, sigue tan potente como siempre. Su participación en este evento era una incógnita, pero al final, cuando se apagaron las luces y se pensaba que era para prender el pebetero olímpico, la enorme estructura metálica se encendió con miles de luces a la vez que Dion cantó “Hymne à l’amour”.