Al interior de la Casa de Cortés, en la alcaldía Coyoacán, justo al centro y frente a la fuente se encuentra una pequeña puerta de madera que ha permanecido cerrada desde hace casi diez años y resguarda la capilla laica, o registro civil, en donde Frida Kahlo y Diego Rivera se casaron.
Más que el hecho de haber sido escenario de uno de los matrimonios más relevantes en la historia del arte, la capilla es una obra por sí misma, pese a su austero exterior, pues está cubierta por el mural La conquista y el tormento de Cuauhtémoc, que fue pintado por uno de los estudiantes de Rivera, Diego Rosales.
La pintura al temple de dicha obra(que tiene como base la clara de huevo) ha sido carcomida por el salitre causado por la humedad. También tiene fallas estructurales y grietas causadas por un reasentamiento de la tierra, según explica Ana María Castro, coordinadora del Centro de Investigación y Documentación Histórica y Cultural de Coyoacán, pues esta zona se ubica sobre el núcleo de una red de manantiales llamado Acuecuexco.
Por lo que este espacio finalmente será restaurado, como parte de un proyecto que busca convertir a la alcaldía en un museo. “Este mural representa las diferentes fases históricas no solo de Coyoacán, sino de la Ciudad de México, a raíz de la llegada de Hernán Cortés, pero no tiene un discurso lineal, hay que irlo leyendo muro por muro”, detalla Castro.
En uno de los muros aún es posible leer la Epístola de Melchor Ocampo, documento que se solía leer en las bodas civiles; también se ilustra el momento en el que Hernán Cortés escribió su Tercera carta de relación, documento fechado en 1522. “Coyoacán es el museo” abarcará desde la Plaza de la Conchita, hasta el Puente de Panzacola, en el Barrio de Santa Catarina. Este trayecto también incluye el eje patrimonial Francisco Sosa, los nueve barrios y los cinco pueblos originarios de la alcaldía.
Entre los 13 puntos a restaurar en la alcaldía se encuentran, además de la capilla civil, el Puente de Panzacola (que ya está en trabajos), el Kiosko de Coyoacán, el interior de la Casa de Cortés, las iglesias de San Juan Bautista y de Santa Catarina y la calle Higuera, entre otros. Como complemento de los trabajos de conservación se creará una Biblioteca digital que contendrá información de los monumentos y jardines históricos de la alcaldía.
El proyecto, financiado por la alcaldía Coyoacán y patrocinadores, cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) para seguir con los lineamientos patrimoniales. El Centro de Investigación y Documentación Histórica y Cultural de Coyoacán también participa. “Es la única alcaldía con un centro de investigación profesional”, destaca Hilda Trujillo, directora general de Cultura de la alcaldía.
Un museo comunitario
El lapso para lograr “Coyoacán es el museo” es de tres años. Trujillo afirma que no es una tarea imposible, aunque sí laboriosa. “Es que todo ya está aquí, los espacios históricos, las casas de los intelectuales… Solo hay que darle un orden”, refiere.
Actualmente, el equipo de trabajo está estableciendo la misión, visión y los objetivos del museo. También trabajan en un taller sobre el tema, impartido por la Universidad Nacional Autónoma de México. “Soy experta en museos, así que podría hacerlo yo, pero el objetivo de este proyecto es que sea de la comunidad, así que se va a invitar a los habitantes de Coyoacán”, agrega Trujillo.
Justo para este proyecto se formó el Consejo de cultura, integrado por habitantes de la zona y especialistas e investigadores que también residen aquí. Cada miércoles se reúnen para tomar decisiones y dar forma al recinto.