Durante tres meses Pablo Cruz Guerrero se alimentó únicamente con sándwich de jamón para que esto le ayudara a interpretar mejor a Roberto Gómez Bolaños en Sin querer queriendo, la bioserie sobre Chespirito.
El actor de El estudiante fue el elegido para dar vida el creador de El Chavo del 8 y El chapulín colorado, quien el próximo día 28 cumplirá 10 años de fallecido.
Historia
Sin querer queriendo, producción de Max aún en fecha por definir, está basada en la autobiografía homónima de Roberto Gómez Bolaños y cuenta con la anuencia de su hijo, el también productor televisivo Roberto Gómez Fernández, quien le llegó a prestar cosas utilizadas por su padre.
“Me sentí afortunado de que me dejaran jugar y proponer detalles al personaje, hice una gran conexión con la familia para que esas propuestas no se quedaran en el aire, sino que se pudieran concretar desde la parte emocional”.
“Tuve el hábito de comer solamente sandwich de jamón, durante tres meses solo me alimenté de eso. Si hubiera sido de telera me hubiera metido más en temas de continuidad (por el peso), pero opté por el pan integral, siempre tenía un sándwich esperando y eso me ayudaba a entrar a los mantras necesarios”, explica Cruz Guerrero.
Elenco
En el elenco de la bioserie figuran Arturo Barba en el papel de Rubén Aguirre (El profesor Jirafales); Miguel Islas, como Ramón Valdés (Don Ramón); Andrea Noli será Angelines Fernández, (La Bruja del 71) y Paulina Dávila no ha revelado su personaje.
Desde que se dio a conocer el proyecto Florinda Meza, pareja de Chespirito por 40 años, ha dicho que no se le pidió autorización, aunque aclaró que solo desea que se honre la vida e imagen del también escritor y director teatral.
En entrevista subrayó que por ahora no puede hablar sobre el uso de su imagen en la producción. Cruz Guerrero destaca que la bioserie es una visión muy positiva de Gómez Bolaños, con la que quienes estuvieron involucrados se sentirán contentos. Señaló además que hasta ahora no ha tenido contacto alguno con Meza. “Roberto, a diferencia de otros ídolos, tenía su lado público casi idéntico a su lado privado, era genuino, muy honesto, no era alguien con doble vida oscura. Lo que me inquietaba era que mi labor le hiciera justicia a él, a su familia, a su trabajo”, comenta y añade que su familia le permitió probarse el traje de El Chavo.