Reforma Judicial: dialogar sobre lo irreductible
Lo esencial, va
Nombramientos: 3 y 3
Noroña: inusual respuesta
El inicio de los foros legislativos sobre reforma judicial mostró los límites casi insalvables de ese diálogo: de un lado, una fuerza morenista de salida, pero preparatoria, que con nuevas caras tendrá una mayoría calificada, determinante, a partir del próximo uno de septiembre, de tal manera que podría aprobar sin mover ni una coma las propuestas de las presidencias convergentes (López Obrador y Sheinbaum).
En contraparte, una oposición absolutamente inviable, a ratos grotesca, que mantiene la apuesta catastrofista (Felipe Calderón, desde Madrid, habla de la “muerte anunciada de la República”) y se obstina en defender un poder judicial acusado de grave corrupción, sin entender que así se envuelve en la misma bandera sucia ampliamente repudiada por la población, incluso en porcentajes mayores que los otorgados a la continuidad claudista.
El posicionamiento del oficialismo es políticamente congruente: podrían acordarse algunos arreglos, pero la esencia del mandato popular del pasado dos de junio es ineludible; es decir, la elección popular de los juzgadores y la modificación profunda del sistema judicial es un punto “irreductible”. Así que los opositores, y los ministros y miembros de la Judicatura también opositores, que concurren a los foros, están cantadamente derrotados; participan en una batalla en la que podrían darse ajustes procesales, correcciones menores, pero, a como se ven las cosas ya de entrada, lo trascendente va porque va.
En tanto, la virtual presidenta electa (VPE), Claudia Sheinbaum, dio a conocer cinco nuevos nombramientos y confirmó el transexenal de Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda, quien no estuvo presente en el Museo Interactivo de Economía, donde se realizaron los anuncios. Otro personaje del sexenio obradorista, Raquel Buenrostro (antes en el SAT y actualmente en Economía) va a la muy abandonada Secretaría de la Función Pública, dejando en el camino a Javier Corral, el panista de larga historia polémica que entre otros cargos fue gobernador de Chihuahua y en noviembre del año pasado dejó el PAN para sumarse al claudismo. Edna Elena Vega Rangel pasa de una subsecretaría a la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Territorial y Urbano.
La otra mitad de las designaciones tiene el sello claro del claudismo: Luz Elena González, la responsable de las finanzas en el gobierno de la Ciudad de México, llega a la Secretaría de Energía, luego del paso de Rocío Nahle por tal oficina; el muy acreditado médico David Kershenobich Stalnikowitz llega a sus 81 años de edad a tratar de enderezar la difícil situación del sector salud, como secretario, y Jesús Esteva Medina pasa de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México a la hoy tan densa Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones y Transportes.
De mantenerse el ritmo de seis develaciones por semana, el próximo jueves se cumplirían dieciocho de veinte designaciones de secretarías del gabinete (incluyendo la Consejería Jurídica). Hasta ahora, las de mayor complicación o análisis son las de Gobernación, Seguridad y Protección Ciudadana (a las que parecen perfilarse Rosa Icela Rodríguez y Omar García Harfuch, respectivamente), Defensa Nacional y Marina (estas dos, donde se “respetará a la institución”, es decir, los usos y costumbres de camarillas).
Sin nombramiento quedó Gerardo Fernández Noroña (aunque ayer dijo, sin abundar, que había recibido alguna propuesta de Sheinbaum, que habría de valorar). No está enfilado al gabinete ni a coordinador de los senadores de la 4T, y ayer hizo público un posicionamiento en términos duros hacia las palabras presidenciales de un día antes, en la mayor crítica pública hecha hasta ahora a Andrés Manuel López Obrador por un personaje de dentro del movimiento llamado Cuarta Transformación y con pretensiones de continuar en dicho movimiento. ¡Hasta el próximo lunes!