Primera Hora Cero
Esquiroles Ciegos
Hace un año, más allá del método utilizado, largo, tedioso e inútil, el Frente Amplio Opositor le ganó la primera etapa del camino hacia las elecciones de 2024 a los partidos oficialistas, Morena y sus adherentes, empeñados en repetir los vicios y marrullerías del viejo PRI para seleccionar a su abanderado, coordinador y candidato a la presidencia. El Frente, siquiera, no llegó al extremo de destapar “corcholatas” a más de un año de iniciado el modelo de los “coordinadores” burlándose de las reglas del INE y sus tímidos consejeros que únicamente han amenazado con sancionar a Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes por sus supuestos actos adelantados de proselitismo directo. ¿Y para los otros no hay vista alguna?
Haciendo memoria resulta que la mascarada de Morena y adherentes fue muy similar, casi copia al carbón, que la instrumentada al fin del nefasto sexenio de Miguel de la Madrid –acaso por ello se animó a participar su vástago Enrique quien, limando colmillos delgadísimos, llegó a la semifinal de la tómbola opositora–. El exmandatario ya extinto planeó en 1987 una extraña pasarela de aquellos que consideraba capaces de aspirar a sucederlo con supuestas presentaciones con distintas visiones del país.
Por supuesto, De la Madrid ya tenía en la bolsa a su elegido, Carlos Salinas de Gortari, y lo rodeó de un férreo blindaje en medio de una batahola que culminó con la escisión de figuras importantes del priismo, sobre todo Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo quienes optaron por formar el Frente Democrático Nacional al ser desdeñados por el entonces mandatario en uno de sus errores garrafales; luego surgiría de los aguijones y tras los comicios turbulentos de 1988, el Partido de la Revolución Democrática.
En aquella pasarela, además de Salinas, participaron Manuel Bartlett, quien sería premiado con la titularidad de la Secretaría de Educación y después con la gubernatura de Puebla –siendo tabasqueño de origen–, Alfredo del Mazo, quien le creyó a Enriquito de la Madrid que él era el bueno, Sergio Ramírez, el procurador quien tenía una planta de marihuana en su despacho desconociendo que lo era, Miguel González Avelar, el hombre de las palíndromas, y el entonces regente de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Velázquez con fama de ser el único que se atrevía a darle palmaditas en las caderas del mandante aquel.
Seis fueron y salió el destinado desde mucho tiempo atrás. Y los demás no tuvieron más remedio que negociar: si bien a Ramón Aguirre le ofrecieron ser gobernador de Guanajuato solo para asfixiarlo, a sabiendas, bajo el fuelle aplastante de Vicente Fox; por cierto, las elecciones, en las que también participó Muñoz Ledo abanderando al PARM y casi como comparsa del PAN, debieron repetirse hasta que cuatro años después, sí cuatro –con el interino Carlos Medina Plascencia–, resultó ganador el señor Fox... y de allí a la Presidencia.
El símil es grotescamente igual. Con la baraja de Sheinbaum en las manos, el mandante pelafustán, López Obrador, pretendió hacer bailar a su ritmo a cinco que esperó fueran solo paleros y quienes, contra lo convenido, estuvieron listos para el chantaje.
Decían que Marcelo Ebrard estaba listo para exhibir la podredumbre de los movimientos de Claudia, Adán Augusto empezó a negociar por cuanto había invertido, de su bolsa dice, en esta absurda pre-pre-campaña, Gerardo Fernández Noroña se mantuvo emboscado para darle forma a su particular chantaje y Manuel Velasco Coello –el único con menos de sesenta años; tiene 43– simplemente esperó compensaciones de elevado tenor. Por cierto, el tabasqueño Adán López cumplirá los 61 el próximo 24 de este mes. Ni quien lo dijera del nuevo conde Drácula y sus vampiros que revolotean sobre los críticos de la 4T.
Por cierto, en el Frente opositor Xóchitl fue quedándose sola hasta que Beatriz Paredes, en su apasionado discurso final, explicó a los oyentes –pocos–, sus torpes razones para no declinar... hasta que lo hizo. Cuestiones de orgullo personal sin la menor intención de arrebatarle a la primera su derecho a la coordinación y con el PRI en plenos vaivenes grotescos y bailables campechanos de “Alito”. Demasiada carpa para una pista pobre. Perdieron todos.
La Anécdota
El mandante pelafustán metió la pata una vez más. Con cinismo increíble les dijo entonces a sus “corcholatas” que no se pongan tristes “si pierden”. Al mismo tiempo Xóchitl señaló que Andrés ya tenía un segundo proyecto: alentar al Movimiento Ciudadano para postular a Samuel García, el niñato de Nuevo León, como aspirante presidencial hasta que corrió a su palacio para impedir que otras manos descubrieran sus bajezas. Ello con el fin de hacerlo crecer, pese a su desempeño gubernamental bastante malo –no está siquiera entre los diez mandatarios estatales mejor evaluados; se encuentra en el número 19 de 32–, y su propensión al entreguismo más ruin.
Recordar es vivir y, en este caso, despertar a la pesadilla.
loretdemola.rafael@yahoo.com