Polos de Bienestar

La creación de los Polos del Desarrollo para el Bienestar propuestos por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es una ambiciosa estrategia que busca impulsar el desarrollo económico y social del sur del país, entre ellos Chiapas y en particular la región del Soconusco, con un enfoque a la industrialización que generen empleos para residentes locales y personas en movilidad, pretendiendo con ello lograr “una migración más humana y organizada”. 

Los Podebis, como lo denomina el gobierno federal, son zonas económicas estratégicas, que se diseñan para determinadas regiones del país, en este caso, el Corredor Interocéanico que abarca los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, en los que se ofrecen incentivos fiscales, como exenciones en el pago de IVA e Impuesto Sobre la Renta, a las empresas nacionales y extranjeras que decidan instalarse en estas zonas. 

Desde el año 2017, cuando en la administración de Enrique Peña Nieto se proyectaban las Zonas Económicas Especiales (ZEE), el gobierno federal adquirió 523.42 hectáreas, ubicadas en el kilómetro 23 del tramo Tapachula a Puerto Madero, destinadas a la Secretaría de Bienestar, pero parte de estas solamente han sido utilizadas para la elaboración de viveros del programa Sembrando Vida. Actualmente y de acuerdo con la Administración del Sistema Portuario Nacional de Puerto Chiapas, se tienen dos polígonos de 288.72 y 418.44 hectáreas, mismos que representan una alternativa para instalar ahí el centro logístico para los productos de Asia-Pacífico con destino a Centroamérica y viceversa. Es decir, no solo está pensado para llegar a Estados Unidos y Canadá por la vía marítima.

Los Podebis, de acuerdo a su diseño, integrarán a las comunidades locales en los proyectos productivos que se generen, con lo cual se pretende equilibrar el desarrollo económico sostenible, ambiental, el bienestar y la inclusión social; pero el plan, también busca conectar las políticas económicas y migratorias con la generación de empleos. Es decir, crear en la frontera sur, una barrera no de policías o militares, sino de fuentes de trabajo que permita a los extranjeros que buscan el “sueño americano” quedarse aquí.

Esta quizá sea la manera que se abordará el creciente flujo migratorio en la región, especialmente en Tapachula, que en los últimos años ha sido el epicentro de la concentración de miles de ellos, y con la llegada de Donald Trump por segunda ocasión a la presidencia de los Estados Unidos, se teme que haya una escalada de deportaciones masivas o simplemente, a los que ingresen a territorio mexicano por la frontera sur ya no los dejen seguir al norte, pero les ofrezcan una oportunidad de empleo. 

Por ello, la creación de los Podebis en Puerto Chiapas llaman mucho la atención, incluso el gobernador electo, Eduardo Ramírez Aguilar, considera que la llegada de Donald Trump a la presidencia del vecino país del norte, podría representar una oportunidad para impulsar el desarrollo de la frontera sur mexicana, abordando el tema migratorio desde una perspectiva humanitaria, no a través de las fuerzas federales, sino mediante acciones de desarrollo económico y Chiapas tiene un horizonte de oportunidades en esa materia. 

En lo que en el pasado se llamó Zona Económica Especial llegaron algunas empresas, sobre todo de capital guatemalteco que se instalaron cerca de Puerto Chiapas que hoy operan al cien por ciento y generan importantes fuentes de empleo para la región; ahora con los Podebis, de acuerdo con organismos empresariales, hay muchos inversionistas interesados en venir a la frontera sur y aprovechar la cercanía con Centroamérica, la posibilidad de salir por la vía marítima y la conectividad que tendrá esta región con la puesta en marcha nuevamente del ferrocarril a través de la Línea K del Interoceánico. 

A nivel local, en Tapachula el alcalde Yamil Melgar Bravo, apenas hace unos días instaló la Mesa Interinstitucional de Desarrollo Económico a través de los Podebis, una iniciativa en la que se convocó a instituciones gubernamentales federales, estatales, organismos empresariales, productivos y académicos, con lo que se busca coordinar esfuerzos para fortalecer los servicios necesarios que atiendan las necesidades de quienes vengan a invertir y a generar empleos, porque se considera que eso es fundamental para el éxito del proyecto, además que las empresas interesadas en establecerse en la frontera sur no vienen buscando mano de obra barata, sino infraestructura adecuada y ventajas para competir con otras regiones del mundo.

Los Podebis deben convertirse entonces en la alternativa productiva, industrial, de desarrollo económico y bienestar social en la frontera sur, y no vuelva a ocurrir lo mismo que con la Zona Económica Especial que solo quedó en proyecto.