Gusano barrenador
Una nueva amenaza pende sobre el territorio mexicano y puede ingresar por la frontera sur, como ya ocurrió en el pasado. Se trata del gusano barrenador del ganado que se ha diseminado rápidamente por Centroamérica y ante ello, se decretó la alerta nacional porque está en peligro la producción animal, aparte de ser un riesgo para la salud porque hasta las personas pueden contraerlo. Esa plaga en nuestro país se encuentra controlada desde el año 1991, pero ahora cada vez está más cerca.
Llegó a Panamá a principios del 2023, -de acuerdo con investigadores-, aprovechando la porosidad del “Tapón de Darién”, por donde cruzan miles y miles de personas todos los días. Costa Rica, notificó el primer caso el 18 de julio del año pasado; le siguió Nicaragua, el 26 de abril de 2024; Honduras, el 16 de septiembre y el mes pasado, Guatemala. En estos cuatro países. Las autoridades sanitarias han señalado que hay más de 40 mil casos, es decir, ya es un grave problema zoosanitario.
La franja fronteriza sur se encuentra abierta no solo al paso de migrantes y de diversas mercancías, sino que también ingresan a territorio mexicano más de un millón 300 mil cabezas de ganado al año, pero más del 60 por ciento lo hace de manera irregular, sin ningún registro y control por parte de las autoridades, por ello, la presencia de la plaga en el vecino país centroamericano hace que la alertas permanezcan encendidas, porque en cualquier momento podemos enfrentar brotes de esa plaga.
El trasiego de ganado ilegal es mayor incluso al de las personas, lo cual representa un gran negocio para las bandas dedicadas a esas actividades e incluso para las propias autoridades sanitarias que “no ven” la circulación de la “panzonas” llenas que se dirigen al centro del país, porque al parecer todos esos cargamentos tienen registros de salida en ranchos chiapanecos y tabasqueños, sobre todo, ubicados en la región Selva y Norte.
Si la mayoría de los migrantes irregulares ingresan por la ruta costera, el ganado es cruzado por la zona selvática, en donde no existe tanta vigilancia y las autoridades del ramo se hacen “de la vista gorda”, sin importarles el riesgo ante la posible llegada de plagas desconocidas o como el caso del gusano barrenador, que fue erradicado gracias a un amplio programa de control instrumentado por los gobiernos de México y Estados Unidos.
Desde el 29 de julio pasado, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de la Secretaría de Desarrollo Rural, activó el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa), buscando con ello detectar cualquier indicio de la presencia del gusano barrenador del ganado, para lo cual ha informado que fortaleció la vigilancia zoosanitaria y los controles en los puestos aduanales ubicado en Catazajá, La Trinitaria y Huixtla, todos en Chiapas, aunque por estos solamente pase el ganado que ingrese legalmente al país de procedencia centroamericana.
Sin embargo, Senasica pide la cooperación de los ganaderos para que trabajen en la implementación de sus propias medidas de control y prevención en sus hatos, y en caso de detectar alguna sospecha lo notifiquen para “asegurar y proteger el patrimonio pecuario del país”, porque es una plaga que estaba erradicada en Centroamérica y Norteamérica, pero que ahora vuelve con intensidad. Esta es causada por la mosca Cochliomya hominivorax que deja sus larvas en las heridas abiertas de animales de sangre caliente, pero afectando principalmente al ganado vacuno.
Tanta es la preocupación, que el gobierno de Estados Unidos ya intervino y con las autoridades mexicanas acordaron que sus agencias sanitarias trabajen de manera conjunta para “prevenir el ingreso del gusano barrenador del ganado a América del Norte”, es decir, temen que pueda llegar a los Estados Unidos y por eso, quieren frenarla desde la frontera sur mexicana, algo similar a lo que están haciendo con las presiones que ejercen con las personas extranjeras que llegan en forma irregular y que quieren alcanzar el “sueño americano”.
Si bien, México ha mantenido su estatus como país libre de este parásito desde 1991, gracias a la vigilancia y las medidas que ha implementado, ahora el riesgo es sumamente alto, pero en la frontera sur no existen controles del ganado que ingresa procedente de Guatemala, incluso no tienen registros de los animales que a diario de destazan en los municipios de la línea limítrofe porque no existen rastros para ello y los pocos que hay, carecen de personal calificado para detectar las enfermedades que pueda tener el hato y la carne que se distribuye en los diferentes mercados, lo cual representa también un riesgo para la salud de la población.
Solo para poner un ejemplo, en los municipios de la región del Soconusco, Costa y Sierra, incluyendo los que limitan con Guatemala, existen solamente dos rastros funcionales, el de Tapachula y el de Mapastepec, y constantemente hay quejas de los mismos grupos de ganaderos y tablajeros que no cumplen con las normas de sanidad.
Ante ello, la urgente necesidad de poner más controles en la frontera sur, porque el contrabando de ganado puede ser más grande aún que el ingreso de personas en forma irregular, y las autoridades federales cierran los ojos para no ver la problemática, pero el riesgo para la sanidad animal y para la salud de la población son altos.
Postdata
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas realiza en la región de la Costa y Soconusco, una gira de despedida, entregando diversas obras educativas, camineras y de infraestructura productiva. En Tapachula, fue acompañado en todo momento por el alcalde Yamil Melgar Bravo… Comentarios al correo vrrafael@hotmail.com.