Presidenta
Claudia Sheinbaum Pardo no habló mucho durante su toma de protesta como la primera presidenta de México, pero, fue clara y contundente. No dejó lugar para las dudas y especulaciones. Ella es obradorista, le guste a quien le guste, aunque mostró una pequeña puerta para el diálogo.
Tras haber recibido la banda presidencial de manos del ahora ex mandatario Andrés Manuel López Obrador y la mítica maestra Ifigenia Martínez, pidió que le digan presidenta y no presidente.
“Las mujeres pueden ser presidentas. Nombremos presidenta con ‘a’. Igual que doctora, ingeniera, abogada” y demás, dijo, tras reiterar que con ella llegan todas las mujeres de este país, incluso aquellas que soñaron y pensaron que este momento no llegaría nunca…
¿Sorpresa?
Algunos analistas se rasgaron las vestiduras cuando, al comienzo de su discurso en el Congreso de la Unión, dedicó varios minutos a regalar loas al mandatario saliente, quien observaba y gozaba a unos metros de distancia.
Recordó el desafuero de Andrés Manuel López Obrador: “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”, dijo, recordando una frase de quien el lunes dejó de vivir en Palacio Nacional.
“Andrés Manuel López Obrador es uno de los grandes, es el presidente más querido, solo comparado con Lázaro Cárdenas”, afirmó, contundente, mientras la oposición guardaba silencio, tras un acuerdo conseguido por el colmilludo diputado federal, Ricardo Monreal Ávila.
“Para millones, el mejor presidente de México. El que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
“Gracias, gracias, por siempre, hasta siempre hermano, amigo, compañero, Andrés Manuel López Obrador”, manifestó, dejando claro que, ella gobernará con su propio estilo, sin embargo, tiene claro que quien la guió y posee una sobrada popularidad, arriba del 60 por ciento, es quien pronto (dice) se irá a vivir a Palenque, Chiapas…
México es grande
La primera mandataria mexicana, vestida de blanco y ya con la banda presidencial cruzando su pecho, presumió la fortaleza de nuestro país: “Hoy, México, gracias a todas y todos, es la 12 economía del mundo”.
“Llamo a todas y todos, a que hagamos una reflexión. Que evaluemos con la cabeza fría, qué pasó estos seis años y con ello respondámonos la siguiente pregunta: cómo es que millones de mexicanos salieron de la pobreza, sin subir impuestos.
“Cómo es que hay más bienestar y al mismo tiempo ganaron más los empresarios y los banqueros.
“Cómo es que subió el salario mínimo y no la inflación. La respuesta es: cambió el modelo del país”, expresó, arrancando aplausos…
Decálogo
La hoy comandanta de las fuerzas armadas, como ya lo ha hecho antes, presentó un decálogo de los principios que, según ella, han logrado la autollamada Cuarta Transformación.
“Para que haya prosperidad debe ser compartida.
No puede haber gobierno rico con pueblo pobre, es una frase de Benito Juárez.
Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo. Respetaremos la diversidad religiosa y sexual.
En materia económica se mantendrá la autonomía del Banco de México. Promoveremos la inversión pública y privada. Las inversiones de accionistas mexicanos y extranjeros estarán seguros.
No subirán las gasolinas, ni el diesel ni la luz en términos reales”, expresó.
¡Tómala!
La nueva inquilina de Palacio Nacional no desaprovechó la oportunidad para mandar un mensaje en contra del Poder Judicial, aprovechando la presencia de la ministra, Norma Piña.
“Queremos que se termine la corrupción en el Poder Judicial, es un proceso en donde habrá una convocatoria única y un comité de selección para que cumplan los requisitos.
Estoy segura que en unos años todos estaremos convencidos de que esta reforma es lo mejor. Los salarios de los trabajadores están totalmente salvaguardados”, afirmó, para luego reiterar que se mantendrán todos los programas y se buscará que sean derechos constitucionales.
Haremos de México una potencia científica y de la divulgación. Las vincularemos con sectores prioritarios. Estoy convencida que no podemos quedarnos atrás en el desarrollo tecnológico.
No regresará la irresponsable guerra de Calderón, dijo, tras citar cuatro ejes para la seguridad, entre los que destacan “atención a las causas, inteligencia e investigación, fortalecimiento a la Guardia Nacional, coordinación.”
Más tarde, en el zócalo, recibió un bastón de mando de los pueblos originarios y planteó 100 compromisos…
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