No se puede negar que el desarrollo pleno de las personas necesita de una sociedad justa y equitativa, por tal razón, es imprescindible modificar el régimen existente para dar paso a otro que aliente y sostenga una sociedad más justa, lo que requiere de leyes que den respuesta a los grandes retos que enfrentamos como sociedad.
Por esto, para la Cuarta Transformación es una obligación inexcusable promover la Igualdad Sustantiva. La doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de la República lo señala en sus 100 compromisos de gobierno, donde indica que se seguirán impulsado políticas públicas orientadas a garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y discriminación. También ha sido una activa defensora en la lucha por cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres, por lo que continuará promoviendo la equidad económica para lograr que la igualdad de oportunidades sea una realidad para todas las mujeres en el país.
Durante siglos, salvo contadas veces, las mujeres fueron anuladas de la historia; sólo los hombres eran registrados como protagonistas y modelo único en la marcha de la humanidad. Pero en México, en este siglo XXI, tras duras, arduas luchas, hemos logrado revertir ese paradigma y mostrar que tanto mujeres como hombres han hecho aportaciones para la concreción del sueño de nuestra República, para la lucha por nuestra soberanía y en el caso de las mujeres, para la conquista de nuestros derechos.
La lucha de las mujeres del siglo pasado y de este incorporó, además de los ideales de justicia social, demandas que tienen vigencia hasta nuestros días como el cierre de la brecha salarial, la erradicación de la violencia y el reconocimiento económico y social del trabajo no remunerado, específicamente el que dedican al cuidado de otros y que ha sido tan minusvaluado.
Para eliminar estas condiciones de desigualdad, se hace imprescindible la incorporación real y coordinada de la perspectiva de género como una metodología que permite detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que discriminan a las personas por condición de sexo o género, considerando las situaciones de desventaja que discriminan e impiden la igualdad; es por ello que concretar un Sistema de Protección para las Mujeres, se hace indispensable para alcanzar la Igualdad Sustantiva.
En este contexto también crea el Sistema Nacional de Cuidados que, responde a “la necesidad de lograr un modelo de bienestar mucho más equitativo y justo para las mujeres cuidadoras”. Este Sistema reconoce que existen prejuicios y estereotipos de género que siguen manteniendo la idea de que la mujer está para cuidar a los demás, cliché que señala como obligación de las mujeres el cuidado de las y los niños, adultos mayores, enfermos y de la familia en general.
Otro punto importante para la protección de las mujeres contra la violencia en razón de género, es la creación de un sistema que permita la “trazabilidad de las órdenes de protección para las mujeres”; es decir para que en cualquier lugar del país donde se encuentre, estas medidas sean reconocidas y otorgadas.
Este es el andamiaje que hará realidad el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres de México.
(Quien escribe es Consejera jurídica de la Presidencia)