Por plagio, docentes son suspendidos

La secretaria académica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Sandra Aurora González Sánchez, debería estar enterada que al ocupar esta titularidad se convierte en funcionaria pública y, por lo tanto, está sujeta al escrutinio, pecando de inocente al acusarme de sustracción ilícita de documentos por tener la copia del acta en donde es acusada de plagio, pues su información no es clasificada, así que no significa ningún delito conocer el documento obtenido con total transparencia.

En este espacio va textualmente un escrito aclaratorio de Sandra Aurora, enviado a mí, donde vulnera el derecho de libertad de expresión, es agresivo y busca amedrentar, intimidar y amenazar, al amagar con una demanda por daño moral por haber ventilado los hechos vergonzosos en los que estuvo involucrada, los cuales ella misma reconoce, pero se victimiza señalando que sufrió una injusticia.

Lamentable que quien presume un alto nivel de conocimiento no sepa que en su calidad de servidora publica, sus amenazas representan un abuso de poder, vulneran la libertad de expresión y el acceso a la información pública.

En fin, en cumplimiento al derecho de réplica al que la funcionaria se apega, va el texto íntegro y posteriormente la respuesta correspondiente.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas a 4 de febrero del 2021

C. María Morales Ruiz

Directora general del diario Cuarto Poder

ATN C. María José Díaz flores

Jefa de información del diario Cuarto Poder

A través de este escrito con fundamento en el Artículo 6º, párrafo primero de la Ley Reglamentaria en materia de Derecho de Réplica, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación al artículo publicado el día 27 de enero del presente año, en la columna “Filo y Sofía”, con autoría de María José Díaz Flores, me permito realizar las siguientes precisiones:

1.- Es lamentable que una persona, a quien no conozco y con quien nunca he interactuado, haga aseveraciones orientadas evidentemente a la desacreditación pública de mi trayectoria, que no sólo se ha desarrollado en el ámbito académico, sino como defensora de Derechos Humanos y como activista, penoso y lamentable que la C. María José Díaz Flores, asegure tener en su poder un expediente escolar y documentos oficiales al que sólo puede tener acceso la interesada y es deber institucional resguardar, por lo que señalo este acto como presunta sustracción ilícita y alteración de información oficial.

2.- María José Díaz Flores, la publicación en referencia muestra, sin lugar a dudas, que te hace falta recorrer mucho camino en los espacios académicos para diferenciar, en la producción científica, incurrir en plagio con respecto al de un uso inadecuado de citas (dado que a los tesistas en programas de posgrado, particularmente doctorales, se les asignan comités integrados por directores y revisores, para realizar las observaciones correspondientes en varios aspectos de un trabajo de investigación, éste es uno de ellos). Confundes las condiciones y en esa medida mientes y desacreditas. El plagio es un delito, efectivamente, cuando se genera una publicación y ésta no hace referencia a las fuentes bibliográficas consultadas. En mi caso, narras mi presentación de avances de investigación, María José, ese es un ejercicio académico interno, nunca se trató de la discusión, de una publicación, ni siquiera se trató de la versión preliminar de algo que tuviera como interés poner en circulación para el ámbito académico en ese momento.

Para tu conocimiento, sí, viví una experiencia dolorosa en el Cesmeca cuando con base en el reglamento solicité en un acto legítimo y legal mi cambio de lectora y no me fue otorgado, ante el uso indebido del poder, que no es un caso aislado, sino mas bien recurrente y denunciado por muchas personas en centros de investigación, solicité mi baja académica. También hago del conocimiento de todos que de lo que afirmo sí tengo pruebas, porque son expedientes que me involucran, que narran una dolorosa historia de lucha e injusticia como otras tantas, que no tenías derecho a distorsionar de esta manera. Me llama poderosamente la atención que tengas el acta del Comité Académico, que a mí, siendo estudiante matriculada, me fue negada y de la que sólo me entregaron fragmentos.

3.- También quiero aclararte que NUNCA desistí de mi queja ante la Comisión de Derechos Humanos, y tengo las cartas de algunas académicas (que formaban parte de mi Comité Tutorial) de prestigio nacional e internacional, que narran la violencia de la que fue víctima.

4.- Me asombra que hables de actas en las que señalas mi condición laboral, “supuestos salarios”, cuando nunca recibí notificación alguna; mientes y debería darte vergüenza desinformar al pueblo de Chiapas, porque el diario Cuarto Poder se ha caracterizado por su seriedad.

5.- No tienes derecho a suponer acerca de mis bienes, también te señalo directamente por esta infamia, al hablar de falsas hipotecas. Me queda claro que de ese tamaño son tus valores y compromisos, que evidentemente no son con la sociedad de Chiapas.

6.- Celebro que en nuestro país recientemente se esté legislando al respecto del uso de las redes sociales o los medios informáticos, ya que ello me dará el marco legal que en caso de no existir un resarcimiento público, puedo utilizar para poner las cosas en su dimensión real y se proceda conforme a derecho por daño moral.

Te recuerdo que el artículo 4º y 5º de la Ley, en que fundamento este escrito, creo que el ejercicio periodístico debe dignificarse y no perder de vista que no sólo ocasionas daño moral, sino que violentas y transgredes derechos.

Mi pregunta sería: ¿por qué tienes tanto interés en desacreditar a los académicos y académicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas? ¿A qué responden tu interés que arriesgas incluso tu condición legal? Afortunadamente como ciudadana conozco mis derechos y como activista estoy acostumbrada a luchar por los de muchas personas, ¿cómo no hacerlo por los míos?

Dra. Sandra Aurora González Sánchez

Académica, investigadora y activista

Respuesta

Sandra Aurora, quien presume altos conocimientos como investigadora y activista, debería estar enterada que como periodista estoy obligada a conocer a personas públicas y que su puesto es uno de los más importantes del organigrama institucional de la Unicach. No estoy obligada a ser su amiga, y por supuesto que preocupa a los padres, madres de familia y a toda la comunidad universitaria que un funcionario de tan alto nivel haya cometido una falta académica grave, motivo de disculpas publicas y despido de profesores e investigadores de otras universidades (https://www.semana.com/nacion/articulo/william-ortiz-docente-es-denunciado-por-plagiar-profesores-estudiantes/377235-3/. https://www.jornada.com.mx/2013/08/16/sociedad/034n1soc. https://www.nexos.com.mx/?p=25896). Por si no lo sabe, el cargo de secretario(a) académico es un puesto público cuyo salario es pagado por todos los ciudadanos que tenemos derechos a conocer los antecedentes de quienes se dicen grandes investigadores y me daría vergüenza no tener los documentos para comprobar mi dicho.

Cabe reiterar que todos los funcionarios públicos que integran órganos dependientes del estado deben de estar abiertos al escrutinio público, debido a la naturaleza de sus funciones y el interés general que subyace a ellas. La 4T exige funcionarios capaces, responsables y con trayectorias intachables.

En el segundo punto, le afirmo que ocupa y claro que preocupa mucho, que un funcionario púbico de primer nivel de una institución pública estatal haya cometido una falta académica grave, ya que como acepta en su escrito con fecha 4 de febrero de 2021, firmado con su puño y letra: “En mi caso narras mi presentación de avances de investigación, ese es un ejercicio académico interno”. Cómo puede un ciego guiar a otro ciego; cómo puede pedir a más de nueve mil alumnos que no copien en sus exámenes o que hagan sus trabajos citando fuentes, si como estudiante de doctorado usted misma no cumplió las reglas.

Como usted sabe, porque fue alumna de esta institución, El Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica cuenta con una política de honestidad e integridad académica, publicado en el portal https://cesmeca.mx/images/documentos/Politica-de-honestidad-e-integridad-academicas.pdf, se trata de una normativa aprobada por el consejo académico del Cesmeca y que como alumna debió respetar.

De tal forma que quien incumplió con sus obligaciones como estudiante de doctorado, fue usted, no la autora de esta columna, y por supuesto que se convierte en un tema de interés público por el cargo de funcionaria estatal que ocupa y donde llama la atención que con el puesto académico de mayor relevancia en esa institución, no respete las reglas de elaboración de un trabajo académico al citar fuentes.

Nos preguntamos, si esta es la cabeza cómo estará el cuerpo. Quien asuma la rectoría de la Unicach deberá probar la integridad de sus funcionarios de primer nivel, ya que las malas prácticas de un funcionario cuestionan la calidad de toda una institución.

Por otra parte, si cuenta con documentos que la exoneren de haber cometido plagio siendo estudiante de doctorado del Cesmeca los debió haber hecho llegar a esta casa editorial, junto con su aclaración como soporte de su “verdad”.

Por último, cuando usted misma acepta en su carta haber vivido un mal episodio, me da la razón y por tanto, yo no miento, de tal forma que es a usted a quien debería darle vergüenza mentir. Yo no arriesgo mi condición legal, como me advierte, pues en su mismo texto acepta sus errores; y en cuanto a la legislación en redes sociales, pues me extraña que no sepa que nada es retroactivo, tanto presume sus conocimientos como investigadora, que a la hora de plasmar una idea saca el hígado y no razona.

Con

Filo

En la Universidad Autónoma de Chiapas por plagio son suspendidos docentes. La secretaria general de la Unach, María Eugenia Culebro Mandujano, indicó que el delito de plagio fue identificado a partir de la participación libre y voluntaria de los docentes citados en un programa federal, pero al presentar su trabajo se detectaron párrafos y cuartillas originales realizadas con anterioridad por otros autores, sin que contenga ninguna referencia sobre ello, por lo que con el soporte de una minuta de trabajo de la Comisión Revisora, la Secretaría Académica de la Unach turnó dichos expedientes a la oficina del abogado general de la universidad, quien con base en un análisis jurídico procedió a ejecutar las sanciones establecidas en la legislación, determinando las figuras de plagio, así como falta de probidad y honradez. Finalmente es el procedimiento que debe seguir una institución seria.

maryjose52@hotmail.com