Varias personas han pedido a las autoridades de los tres niveles que pongan atención a lo que pasa en San Cristóbal de Las Casas, donde ya reaparecieron algunos sujetos que se transportan en motocicletas para extorsionar a automovilistas.

Es una práctica que se había hecho frecuente hace algún tiempo, pero que aparentemente se había calmado, mediante la cual sujetos que se transportan en motocicletas golpean intencionalmente a un vehículo en marcha y acusan al conductor de haberlos golpeado y lo obligan a pagar cierta cantidad de dinero, bajo la amenaza de que si se niega llamarán a más compañeros.

La semana pasada se supo de la denuncia de una familia coleta que sufrió en carne propia esta desgracia. Era de noche cuando algunos jóvenes comenzaron a seguir la unidad en sus motocicletas, se emparejaban y aceleraban tratando de chocar para culpar injustificadamente.

La zona en la que sucedió el problema está todavía en reparación y tiene reductores de velocidad. No se sabe si por lo mismo, tres jóvenes que iban en la motocicleta cayeron sin que el carro los tocara por lo que siguió su camino.

Sin embargo, un poco adelante, uno de los sujetos se le puso enfrente para obstruirle el paso, al tiempo que varios de sus compañeros lo cercaron con sus unidades. De inmediato se acercaron al conductor para insultarlo, amenazarlo e intimidarlo alegando que por su culpa se había dañado su motocicleta.

En forma amenazante, le enseñaron sus radios, bajo la advertencia de que ya habían llamado a más personas, para agredirlo. Como la policía no llegaba -tardó más de media hora en arribar-, el dueño del vehículo tuvo que acceder y pagar a los sujetos sin tener culpa alguna.

Como es lógico, esa experiencia le generó una sensación de impotencia, miedo y rabia, pero nada pudo hacer para evitar que los sujetos prácticamente le robaron cierta cantidad de dinero.

Algunos de ellos acostumbraban antes a empujar a niños contra un vehículo en marcha también para exigir impunemente al conductor el pago de los “daños”. Ahora lo hacen con motocicletas inventando golpes inexistentes.

Lo peor es que las fuerzas de seguridad nada hacen para evitar este tipo de atracos, por lo que no queda más que andar con mucho cuidado y quizá pararse cuando se aparezcan estos grupitos de sujetos en motocicletas.

No se sabe si su reactivación tenga que ver con poner a prueba a las nuevas autoridades municipales o si ya les dieron línea para que operen de esa forma.

Se sabe incluso de que algún taxista que en estado de ebriedad finge un golpe de otra unidad con el mismo objetivo de sacarle dinero a la primera víctima que se encuentre en la calle.

Y da la casualidad de que el día que sucedieron esos dos hechos, un sujeto había asaltado dos tiendas Oxxo en el sur de San Cristóbal con un arma de fuego. Lo bueno es que en ese caso, la policía lo detuvo.

El asunto es que para andar en vehículo en la ciudad colonial es necesario abrir bien los ojos y tener mucho cuidado para no ser víctima de esos sujetos que amparados en la impunidad siguen ocasionando problemas.

La inseguridad sigue siendo el principal problema que las autoridades tienen que combatir en San Cristóbal de Las Casas, como quedó claro nuevamente con el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el domingo 20 de octubre en el barrio de Cuxtitali.

Lo importante es que en este caso, las autoridades correspondientes actuaron rápidamente en menos de 48 horas y ya habían detenido al sujeto que presuntamente disparó y le quitó la vida al sacerdote tsotsil originario de San Andrés Larráinzar, quien fue sepultado el martes en la cabecera de ese lugar ante la presencia de más de tres mil personas.

El crimen ha generado mucha indignación y presión nacional e internacional, por lo que era importante que las autoridades actuaran con rapidez. Ojalá se hayan hecho investigaciones profesionales para que no haya dudas de que el detenido sí es el responsable y que no se trate de un chivo expiatorio.

Según comentarios de varias personas, los agresores estuvieron en la misa que el presbítero había oficiado en el templo de Cuxtitali minutos antes de que lo acribillaran a balazos en su camioneta, por lo que fueron vistos por algunos asistentes, lo que, aunado a las imágenes de las cámaras de seguridad habría servido de mucha ayuda a las autoridades para identificarlos.

Se supone que falta que sea detenido cuando menos otro de los autores materiales, y luego que sean capturados los autores intelectuales que pagaron quién sabe cuánto dinero a los homicidas para que cometieran el cobarde crimen.

Hay que destacar que la investigación del caso fue atraída el martes por la Fiscalía General de la República (FGR), lo que eleva de nivel el asunto y abre la esperanza de mayores posibilidades para que sea esclarecido y los responsables castigados.

Picotazos. ¡Qué triste! Fernando “El Toro” Valenzuela, el mejor beisbolista mexicano de todos los tiempos murió a los 63 años, después de días de especulaciones acerca de su estado de salud. El lanzador debutó en 1980 con los Dodgers de Los Ángeles, luego de firmar su contrato en 1979. Ahí empezó su grandiosa carrera que duró una década con la camiseta de ese equipo. Ganó dos Series Mundiales, en 1981 y 1988; fue seleccionado en seis ocasiones para el Juego de Estrellas. En la Liga Nacional lideró en número de ponches con 180, 11 juegos completos, ocho blanqueadas y 192 entradas en las que trabajó en el montículo. Muchos recuerdan aquel juego magistral de Dodgers contra Cardenales en 1990, cuando Valenzuela lanzó un juego sin hit ni carrera. Fueron nueve entradas en las que el pitcher mexicano empleó al máximo su brazo, ponchó a siete y dejó una de las salidas más memorables en el llamado rey de los deportes. Descanse en paz. Fin