El mundo enfrenta desde hace varios años una amenaza que a todos nos debe preocupar, pero principalmente ocupar: la disminución en la disponibilidad de agua.
Esta crisis se ha generado de la confluencia de diversos factores como el crecimiento poblacional, el alto consumo, el cambio climático, la contaminación, la deficiente gestión, la falta de infraestructura y la precaria inversión, entre otras.
De acuerdo con la ONU, hoy más de dos mil millones de personas viven en zonas con estrés hídrico, y se estima que para 2030 casi la mitad de la población mundial se encontrará en esa situación.
Debido al calentamiento global, la temperatura del planeta se ha incrementado con graves consecuencias: los glaciares se derriten, los patrones de lluvia han cambiado y cada vez enfrentamos sequías más intensas y prolongadas, como nos ha sucedido en México en los últimos años.
Los desafíos que el mundo enfrenta en materia de agua demandan diagnósticos serios, propuestas claras, así como compromisos y acciones puntuales de todos los actores.
Ante este reto, la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas plantea metas claras, siendo una de las prioridades la meta 6.4 relativa a la disponibilidad, el uso eficiente y la gestión sostenible del agua en todos los sectores.
En la industria mexicana de bebidas sin alcohol, como es evidente, el agua es el principal insumo, que finalmente se destina al consumo humano.
Por ello, desde hace varios años las empresas que integran MexBeb realizan importantes esfuerzos e inversiones en tecnología e innovación para hacer un uso cada vez más eficiente del agua en los procesos de producción, así como en sistemas de recuperación, tratamiento y reabastecimiento de las fuentes de agua, en las que son referente mundial.
En México, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el liquido que se extrae para diferentes usos mediante concesiones otorgadas por el gobierno se distribuye de la siguiente manera: el 76 % se destina a la agricultura; 15 % al abastecimiento público urbano; 5 % al uso de todas las industrias, y 4 % a la generación de energía eléctrica.
En el caso particular de la industria de bebidas sin alcohol representada por la Asociación Mexicana de Bebidas, MexBeb, se utiliza el 0.06 % del total del agua concesionada en el país, y está comprometida en hacer un uso responsable y cada vez más eficiente de la misma.
En 2008, esta industria utilizaba en promedio 2.12 litros de agua por cada litro de bebida producida; desde entonces se ha logrado una importante reducción del 27 %. Actualmente se utiliza 1.55 litros de agua por cada litro de bebida y se continúan los esfuerzos para alcanzar una eficiencia mayor hacia 2030.
De ese volumen, dos terceras partes se destinan a las bebidas para las personas y el restante -utilizado en el proceso de producción- se trata y utiliza para el riego de parques y áreas verdes, así como para otros usos urbanos e industriales. Es decir, toda el agua se aprovecha.
Asimismo, se han impulsado importantes proyectos e iniciativas para el reabastecimiento de acuíferos como la construcción de humedales, ollas de captación, pozos y lagunas de absorción, reforestación y regeneración del suelo.
Además, se apoya a diversas comunidades en el país con sistemas de captación de lluvia en las escuelas y centros comunitarios, donación de plantas de tratamiento, donación de agua tratada para usos diversos, entre otras.
La Semana Mundial del Agua organizada por el Instituto Internacional del Agua, que se celebra en Estocolmo, Suecia del 25 al 29 de agosto, ha sido una buena ocasión para sumarnos a la reflexión y, sobre todo, a la acción para garantizar el acceso a este recurso vital para todas las personas y en todas las regiones.
El reto que implica atender la crisis hídrica global requiere de la acción decidida, del compromiso y responsabilidad compartida de todas y todos los actores de la sociedad. Esta industria está comprometida en ser parte de las soluciones y actúa en consecuencia.