Alrededor del enorme cráter dejado por el bombardeo israelí el 27 de septiembre, miles de personas rindieron tributo este sábado al líder del grupo chií libanés, Hizbulá Hassan Nasralá, después de que el alto el fuego haya permitido el regreso de la población a este extrarradio beirutí.

Nasralá, secretario general de la formación durante tres décadas, fue asesinado con bombas antibúnker que penetraron hasta las entrañas de la sede subterránea en la que se encontraba, supuestamente en un piso menos doce, donde hoy solo queda un titánico agujero.

En medio del cráter, Hezbolá erigió una estructura metálica que escupe un halo de luz al cielo como emulando el ascenso de su antiguo líder, mientras una iluminación tenue rojiza contrasta con la oscuridad que aún prevalece en los suburbios del Dahye tras cuatro días de cese de hostilidades.

El extrarradio donde murió el clérigo chiita fue duramente bombardeado durante los dos meses de la ofensiva aérea israelí que recién cesó esta semana, dejando sus barrios sin luz y salpicados de devastación, e impidiendo al movimiento organizar una despedida pública hasta ahora.

Velas y fotografías

A la apertura del memorial a última hora de la tarde, miles de personas se congregaron portando velas, fotografías del secretario general y banderas de Hezbolá. Desde todos los flancos e incluso subidos a los montículos de tierra dibujados por el impacto, erupcionaron en gritos esporádicos de “A tu servicio, Nasralá”.

De fondo, los altavoces hacían sonar uno de los antiguos discursos del líder, que desde la anterior guerra con Israel en 2006 vivía en ubicaciones secretas y solía hablar a sus simpatizantes a través de grabaciones difundidas por canales de televisión afines.

Habiendo aparecido en público por última vez hace alrededor de una década, cuando ya era algo muy poco habitual, su movimiento político y armado también tenía por costumbre organizar actos públicos con pantallas gigantes para que los vecinos pudiesen escuchar sus discursos.

Suileima Nasr el Din acudía “a veces” a verlos, en ocasiones importantes como la festividad chií de la Ashura, que conmemora el martirio del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.